Una maรฑana de 1865, un obrero que trabajaba en la construcciรณn de una puerta para el mercado viejo, ubicado en Perรบ y Alsina, encontrรณ un viejo fusil y unos cabellos trenzados. Corriรณ a mostrรกrselos a su capataz. ยฟRestos de algรบn femicidio? ยฟSobras de algรบn gualicho? Consultaron a un historiador de la รฉpoca y pronto comenzaron a enterarse de que habรญan encontrado los dos sรญmbolos mรกs importantes de un dramรกtico episodio ocurrido en 1811, el llamado โMotรญn de las Trenzasโ.
La noche del 6 de diciembre de 1811, Belgrano, que reemplazaba a Saavedra en la conducciรณn del regimiento, decidiรณ pasar por el cuartel a realizar una inspecciรณn y dictรณ una serie de drรกsticas medidas disciplinarias e higiรฉnicas, entre ellas una que establecรญa que los patricios no llevarรญan mรกs su tradicional coleta o trenza. Les daba un plazo perentorio para que se la cortasen por su cuenta o, de lo contrario, el cuerpo de dragones harรญa las veces de improvisados peluqueros.
La coleta era, sobre todo para los soldados y suboficiales patricios, un motivo de orgullo y distinciรณn, y no estaban dispuestos a renunciar a sus simbรณlicos adornos capilares. Pero en realidad la coleta fue casi la excusa de una trenzada mucho mรกs complicada que tenรญa fuertes contenidos polรญticos en una รฉpoca en que el lรญmite entre la polรญtica y las armas era muy impreciso.
A esto no se resignaban los fieles soldados y suboficiales de Saavedra cuando la noche del 6 de diciembre de 1811 en el llamado โcuartel de las Temporalidadesโ se pusieron en pie de guerra y expulsaron a los oficiales.
Solo dijeron que querรญan la cabeza del coronel Belgrano, que volviera Saavedra y que entregarรญan su petitorio a un miembro del Triunvirato. El trรญo gobernante enviรณ a un emisario, el capitรกn Josรฉ Dรญaz, pero los amotinados lo tomaron de rehรฉn y mantuvieron su pedido: que fuera un triunviro.
Pero los rebeldes no tenรญan intenciones de rendirse. El Triunvirato armรณ una doble estrategia: por un lado, seguir negociando; y por otro, rodear el cuartel para intervenir en cualquier momento. Hubo varios mediadores, entre ellos, Juan Josรฉ Castelli, el orador de la revoluciรณn, que estaba arrestado en el propio cuartel tras haber sido sometido a juicio por la derrota del Desaguadero. Tambiรฉn mediรณ el vehemente adversario de Castelli en el debate del Cabildo Abierto del 22 de mayo, el obispo de Buenos Aires, Benito Lue y Riega, y el obispo de Cรณrdoba, Rodrigo de Orellana. Pero todo fue inรบtil, los patricios se mantuvieron firmes en sus demandas.
Uno de los amotinados, el soldado de origen inglรฉs Richard Nonfres, comenzรณ a proferir insultos en un rapto de exaltaciรณn y disparรณ un caรฑonazo contra las tropas que estaban apostadas frente al regimiento.
La respuesta no tardรณ en llegar. El cuartel estaba rodeado por los cuatro costados por 300 dragones de infanterรญa y 25 de caballerรญa; unos 200 hombres del regimiento nรบmero 5 de Amรฉrica y otros tantos del regimiento de castas. Varios civiles se pusieron a las รณrdenes del coronel French para participar en la represiรณn de los rebeldes.
El saldo del combate fue de 8 muertos y 35 heridos. A 20 de los implicados se los condenรณ a cumplir penas que iban de cuatro a diez aรฑos de prisiรณn en Martรญn Garcรญa. Once sargentos, cabos y soldados fueron fusilados a las ocho de la maรฑana del 10 de diciembre de 1811 y sus cuerpos se colgaron en la Plaza de la Victoria โpara la expectaciรณn pรบblicaโ. Entre los muertos estaba el inglรฉs Ricardo Nonfres, quizรกs el autor del primer disparo de una guerra civil que iba a durar casi 60 aรฑos.