De pronto, y casi sin darnos cuenta, muchos tuvimos la sensación de haber entrado en una película hollywoodense. ¿Vieron Contagio, un filme que se estrenó en 2011? En esa ficción, un simple resfrío, provocado por mantener contacto con una persona que llegaba de Hong Kong, generaba una pandemia muy similar a la que estamos viviendo de la mano del coronavirus. Pensar que cuando veíamos este tipo de historias imaginábamos que se quedarían para siempre del otro lado de la pantalla.
La cuestión es que en medio del aislamiento y de tantas noticias sobre este virus, varias personas me han preguntado: ¿qué es una pandemia?
Una pandemia es una enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región.
Y ¿qué es una epidemia? Una epidemia se produce cuando una enfermedad contagiosa se propaga rápidamente en una población determinada y afecta, en simultáneo, a un gran número de personas durante un período. Un ejemplo de epidemia es el brote que ocurrió en 2014 con el ébola en África.
Si, a su vez, esta enfermedad afecta a regiones geográficas extensas (por ejemplo, varios continentes) se cataloga como pandemia. En su momento, fue el caso del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
“Pandemia” es un término que viene del griego pandémios, y significa “que va por todo el pueblo”. Es un vocablo formado por pan, que quiere decir “todo”, y por demos, “pueblo”. Visto así, es clarísimo su uso. Es una enfermedad que va por todos los pueblos.
Ahora bien, lo curioso es que esta palabra, en sus orígenes, no tenía una connotación negativa, sino que se puede encontrar en textos de Platón y Aristóteles usada como sinónimo de “lo público” o “lo que concierne a todo el pueblo”.
En la lengua española, recién en 1853, aparece la palabra “pandemia” con un sentido médico. El Diccionario Nacional, de Ramón Joaquín Domínguez, la define como: “Nombre dado a toda enfermedad que ataca a muchos individuos de un mismo país, y que parece depender de la misma causa”.
“Esta palabra, en sus orígenes, no tenía connotación negativa. Se usaba como sinónimo de ‘lo público’”.
Explicado esto, quizá reste desglosar el porqué del nombre de esta enfermedad que comenzó a propagarse desde la ciudad de Wuhan, en China.
Lo primero que diremos es que COVID-19 es un acrónimo, es decir, una palabra formada por la unión de elementos de dos o más vocablos (como “ovni”: objeto volador no identificado).
Según la explicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este término surge de las palabras “corona”, “virus” (luego se unen estos vocablos y forman un nombre) y disease (“enfermedad”, en inglés), más 19, que representa el año en que surgió (el brote fue informado a la OMS el 31 de diciembre de 2019).
El virus se llama coronavirus porque las extensiones que tiene encima de su núcleo lo asemejan a la corona solar. De hecho, podríamos decir que su representación gráfica es bastante simpática, pese a lo antipática de la enfermedad que produce.
En fin, pese a las distintas sensaciones que nos produce esta enfermedad, desde terror por ver las noticias del mundo hasta hartazgo por el encierro, es necesario tener calma y saber que este brote pasará, tal como han pasado tantos otros en la historia de la humanidad.