Contar historias

Estimados lectores:

Historias de héroes, de villanos, de gente famosa y de ilustres desconocidos. Grandes historias, historias mínimas. Todas, imprescindibles. Están latiendo ahí, junto a sus dueños, en el cine, los libros, el teatro… Solo hace falta descubrirlas, y eso es lo que más nos gusta.

Contar, por ejemplo, la historia de Raly Barrionuevo, nuestro personaje de tapa, recordar las huellas imborrables que le dejó su maestra de música al ayudarlo a perder la vergüenza por cantar cuando era chico; la pregunta que le hizo el cura de su pueblo antes de irse a vivir a Córdoba y que aún le resuena; la influencia decisiva que tuvo León Gieco en su camino profesional; el aire a zambas y chacareras que respiró desde la cuna; las elecciones personales y artísticas que lo llevaron a ser uno de los principales referentes del nuevo folklore.

Buscamos entre los jóvenes sobresalientes, la historia de Tomás Escobar, alguien que ustedes probablemente no conozcan, pero que fue el creador de un popularísimo sitio en Internet donde la gente podía ver gratis la película que quisiera, que se llamó Cuevana. Él
nos cuenta cómo está revolucionando ahora el ámbito educativo.

En esa búsqueda de personajes y de temas, nos encontramos con un grupo de investigadores, estudiantes y vecinos que trabajan con entusiasmo en “el rescate del tomate criollo”.

Sí, profesionales y voluntarios, tras el objetivo de recuperar el sabor que supo tener y que tanto nos gustaría volver a saborear.

Contarles de qué manera una de las integrantes de nuestra selección nacional de fútbol femenino llegó donde llegó. Mariana Larroquette nos habla; los invito a escucharla. Y como las imágenes también son capaces de hablar por sí mismas, les propongo hacer un viaje fotográfico por rutas argentinas con la particular mirada de Héctor Río.

Contar, de eso se trata, ustedes saben hacerlo. Por eso nos da mucha alegría recibir sus reflexiones, relatos, poemas y dibujos que llenan “La página en blanco”. ¡No se olviden de que las recetas son para compartir! Esperamos esa tan especial que se acuerdan de memoria.

Hasta la próxima.
¡Buena vida!

Historias de héroes, de villanos, de gente famosa y de ilustres desconocidos. Grandes historias, historias mínimas. Todas, imprescindibles. Están latiendo ahí, junto a sus dueños, en el cine, los libros, el teatro… Solo hace falta descubrirlas, y eso es lo que más nos gusta.