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El auge de los blends blancos

Por: Fabricio Portelli

En verano a muchos vinos se los deja de lado por el cambio de hábitos a raíz de las vacaciones y las altas temperaturas, pero hay una nueva categoría que no detiene su avance: los blends blancos, elaborados con más de una uva blanca y que van un paso más allá. Porque en este tipo de vinos, los enólogos se pueden lucir más y demostrar su creatividad; además, en cada combinación de cepajes hay un mensaje.
Están los que buscan diferenciarse con algo original que aún no haya trascendido, como los flamantes vinos tipo Ródano, a base de Roussanne, Marsanne y Viognier. También los que buscan resaltar uvas que los representen a partir de las mezclas, como el Torrontés de los Valles Calchaquíes. Así surgieron blancos fragantes y florales del NOA que la combinan con Chardonnay, Sauvignon Blanc o Viognier. Los más clásicos hace tiempo se lucen con vinos tradicionales a base de Chardonnay y Semillón, pensados para la guarda. Y los pioneros apostaron a combinaciones con uvas propias, con el Riesling o el Tocai Friulano como emblemas, por ejemplo.
Pero lo más importante no son las uvas que lo compongan, sino la personalidad del blend; por eso suelen tener nombres propios.
A diferencia de los tintos, los blends blancos son más expresivos, refrescantes y de paso más delicado; ideales para servir con platos elaborados. Aunque también pueden tener la estructura necesaria para evolucionar muy bien en botella, incluso más que muchos de los mejores blends tintos argentinos.

TIPS

Hay una palabra que llegó al mundo del vino para quedarse, aunque muchos consideren que sea por moda: “sustentabilidad”. Un vino sustentable, ante todo, debe ser respetuoso con su medioambiente. Por eso los orgánicos, biodinámicos y naturales suenan como los más aptos por ser los únicos que se elaboran sin agroquímicos en la viña. También tiene que ver con el aprovechamiento de los recursos naturales, reciclando el material orgánico y el agua para devolverlos al suelo, por ejemplo; o haciendo uso eficiente de la electricidad y midiendo la huella de carbono. Pero un vino sustentable va mucho más allá del líquido dentro de la botella, porque una bodega debe preocuparse por su función social dentro del entorno. Por último, un vino debe ser económicamente rentable para ser sustentable, ya que la única manera de poder cumplir con los requerimientos de la sustentabilidad es invirtiendo.

MINIGUÍA DE VINOS

 

Famiglia Bianchi White Blend 2018
Bodegas Bianchi, San Rafael
$320
88 puntos
Combinando Chardonnay, Moscato Bianco y Viognier, Silvio Alberto (enólogo) logró un vino vibrante de San Rafael, empleando uvas de las tres fincas tradicionales de la familia. De aromas intensos y frugales, paso ágil y expresión impetuosa en boca, con dejos frutales y florales. Gracia y estructura ideales para acompañar platos a base de mariscos y frutos de mar.

Saurus Select Pinot Noir 2017
Familia Schroeder, San Patricio del Chañar, Neuquén
$373
89 puntos
Tinto de aromas tensos y apoyados en la fruta. Paladar en línea, con buena frescura y texturas finas pero incipientes. También fluidez y frescura, con una expresión de frutas rojas, cierta energía y algo de calidez final. Muy buena vibrancía en su paso por boca, con un agarre suave, poco profundo y final agradable. Un auténtico exponente de vino patagónico.

Luigi Bosca Del Alma 2017
Bodega Luigi Bosca, Primera Zona, Mendoza
$485

90 puntos
Novedad de la bodega y en línea con la moda de los blends blancos, combina algunos de los cepajes que más conoce el Ing. Alberto Arizu: Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Gris, Viognier y Riesling. De aromas equilibrados y expresivos a frutas blancas y cítricas. En boca es refrescante, con fuerza y profundidad. Tiene personalidad propia y potencial de guarda.

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