Un equipo internacional liderado por el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) y el Hospital West China de la Universidad de Sichuan, con participación de investigadores del Reino Unido, ha logrado un hito en la lucha contra el Alzheimer. Mediante una innovadora estrategia de nanotecnología, han revertido la enfermedad en ratones, según un estudio publicado recientemente. Este avance, que utiliza «fármacos supramoleculares» en lugar de las tradicionales nanopartículas como vehículos de medicamentos, abre nuevas perspectivas para atacar los mecanismos vasculares de esta patología neurodegenerativa.
A diferencia de los enfoques convencionales que se centran en las neuronas, este método actúa sobre la barrera hematoencefálica (BBB), la interfaz que protege el cerebro regulando el paso de sustancias. Cuando esta barrera se daña, el sistema de limpieza cerebral falla, permitiendo la acumulación de la proteína beta amiloide (Aβ), un sello distintivo del Alzheimer. Los investigadores diseñaron nanopartículas bioactivas que, al ser inyectadas en el torrente sanguíneo, facilitan la eliminación de estas proteínas tóxicas, restaurando el equilibrio del sistema vascular cerebral.
En ratones genéticamente modificados para producir grandes cantidades de Aβ y desarrollar deterioro cognitivo, el tratamiento mostró efectos extraordinarios con solo tres dosis. «Una hora después de la inyección, observamos una reducción del 50-60 % en la cantidad de Aβ dentro del cerebro», destaca Junyang Chen, coautor del estudio e investigador del Hospital West China y el University College London.
Más allá de la eliminación inmediata de proteínas, los efectos fueron duraderos. En un experimento, un ratón de 12 meses (equivalente a 60 años humanos) tratado con estas nanopartículas recuperó, seis meses después, un comportamiento comparable al de un animal sano, a pesar de alcanzar una edad equivalente a 90 años humanos. «El efecto a largo plazo proviene de la restauración del sistema vascular del cerebro, que activa un mecanismo de retroalimentación para normalizar la eliminación de Aβ», explica Giuseppe Battaglia, profesor ICREA en el IBEC y líder del estudio.
El enfoque se basa en fármacos supramoleculares que imitan los ligandos de la proteína LRP1, responsable de transportar Aβ a través de la barrera hematoencefálica para su eliminación. Cuando este proceso falla, la acumulación de Aβ en el cerebro se intensifica. Las nanopartículas, diseñadas con ingeniería molecular precisa, restablecen esta función, promoviendo la limpieza natural y el equilibrio vascular.
«Demostramos una eficacia significativa para lograr una rápida eliminación de Aβ, restaurar la función de la barrera hematoencefálica y revertir la patología del Alzheimer», afirma Lorena Ruiz Pérez, coautora del estudio e investigadora del IBEC. Este avance, según los autores, podría allanar el camino hacia nuevas intervenciones clínicas dirigidas a los mecanismos vasculares de la enfermedad.