Un estudio liderado por el virólogo Luis Enjuanes, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), en España, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), revela avances prometedores en el desarrollo de vacunas experimentales contra el SARS-CoV-2. Estas vacunas, basadas en una tecnología innovadora de «replicones defectivos de ARN», han demostrado ser seguras y capaces de generar inmunidad esterilizante, bloqueando completamente la replicación del virus en el organismo.
Los ensayos, realizados en ratones humanizados con características del sistema inmunitario humano, muestran que estas vacunas experimentales inducen una protección robusta. Con una sola dosis, se logró un 60 % de protección, mientras que una doble inmunización intranasal alcanzó el 100 %, evitando la presencia del virus en muestras nasales y pulmonares. “La inmunización es esterilizante, lo que significa que el virus no se replica en el organismo”, explica Enjuanes, quien lidera el estudio junto a las investigadoras Sonia Zúñiga e Isabel Sola.
A diferencia de las vacunas actuales, estas se basan en replicones de ARN que carecen de seis genes clave para la virulencia y propagación del virus. Esto permite que se multipliquen dentro de las células –hasta más de mil veces– sin poder infectar otras, lo que las hace especialmente seguras. Además, al expresar múltiples proteínas virales, más allá de la proteína S, activan diversas defensas inmunitarias, incluyendo anticuerpos neutralizantes, células T (CD4+ y CD8+) y memoria inmunológica. Los ensayos no reportaron efectos adversos significativos, como inflamación pulmonar o pérdida de peso en los roedores.
La administración por vía intranasal ofrece beneficios clave: actúa directamente en las mucosas respiratorias, principal puerta de entrada del virus, generando una potente respuesta inmunitaria local. Además, la autoamplificación de los replicones permite usar dosis más bajas, facilitando su aplicación en campañas masivas de vacunación. Esta vía no invasiva resulta especialmente práctica para poblaciones vulnerables.
El estudio evaluó replicones frente a las variantes Wuhan y XBB.1.5, mostrando que la eficacia es específica para cada variante. Los investigadores destacan que la plataforma permite actualizar la vacuna en dos o tres meses para adaptarse a nuevas variantes circulantes, garantizando su relevancia frente a la evolución del virus.
Un aspecto destacado es el potencial de esta vacuna en personas mayores, quienes suelen responder de forma limitada a las vacunas actuales de ARN mensajero. “Nuestra vacuna produce varias proteínas virales, se multiplica en las células y se administra por la nariz, lo que genera defensas en el punto de entrada del virus”, señalan los investigadores. Estas características podrían mejorar la efectividad en este grupo etario.