Ser mujer es un factor de riesgo significativo para desarrollar síntomas persistentes tras la infección por SARS-CoV-2. Con un 31 % más de probabilidades de sufrir esta condición, ellas no solo experimentan una mayor variedad de síntomas, sino que también los padecen con mayor intensidad.
Desde fatiga crónica hasta problemas neurológicos, el covid prolongado está dejando una huella duradera en la salud femenina, planteando nuevos retos para la comunidad médica y la sociedad en general. Esta ‘pandemia silenciosa’ afecta de manera desproporcionada a las mujeres y redefine nuestra comprensión de las secuelas a largo plazo del coronavirus.
Así lo ha puesto de manifiesto un estudio liderado por el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio (EE UU) y reproducido por el portal SINC.
FACTORES DE RIESGO
El estudio, que ha monitorizado a 12 276 participantes a lo largo del tiempo, ha descubierto que las mujeres tienen un 31 % más de riesgo asociado de desarrollar covid persistente en comparación con los hombres.
Este porcentaje se mantiene incluso cuando se consideran factores como la etnia, la variante de la enfermedad, la gravedad de la infección y otros factores sociales no médicos que afectan la salud.
La investigación revela que el riesgo entre las mujeres de desarrollar long covid depende de la edad, el embarazo y el estado menopáusico. Las mujeres de entre 40 y 55 años mostraron la mayor propensión a desarrollar esta condición. Dimpy Shah, primera autora del trabajo, enfatiza la importancia de estos hallazgos para la práctica clínica.
“Estos descubrimientos muestran que los pacientes y los equipos de atención médica deben considerar las diferencias en el riesgo de covid prolongado en relación con el sexo asignado al nacer”, afirma. “Comprender estas diferencias puede ayudarnos a reconocer y tratar a las personas afectadas de manera más efectiva”.