Un avance científico promete revolucionar la medicina preventiva: un simple análisis de sangre podría no solo indicar cuán rápido envejece una persona, sino también alertar sobre problemas de salud antes de que aparezcan los primeros síntomas. Este es el logro de un equipo de investigadores del centro CIC bioGUNE, que ha desarrollado un innovador reloj de envejecimiento metabólico. Los detalles de este trabajo, publicado en la revista NPJ Metab Health and Disease, abren la puerta a una detección temprana de enfermedades mediante una prueba no invasiva.
La herramienta, basada en la metabolómica por resonancia magnética nuclear (RMN), analiza pequeñas moléculas presentes en la sangre. Con el apoyo de algoritmos de inteligencia artificial, los científicos han creado un modelo que predice la edad biológica, un indicador mucho más preciso del estado de salud que la edad cronológica que figura en un documento de identidad. “Nuestro objetivo era obtener una medida independiente de la edad, más allá de la información de un pasaporte”, explica Óscar Millet, coautor principal del estudio. “Las discrepancias entre la edad cronológica y la metabólica pueden revelar marcadores tempranos de enfermedad”.
El reloj metabólico se desarrolló con datos de más de 13.500 participantes de la cohorte AKRIBEA, alcanzando un total de aproximadamente 20,000 individuos de diversos grupos de edad. Los investigadores analizaron muestras de sangre de personas con diferentes condiciones de salud, obteniendo resultados reveladores. Por ejemplo, en pacientes con cáncer de próstata, la edad metabólica promedio fue casi cinco años mayor que la cronológica. En aquellos con enfermedad de hígado graso asociada a disfunción metabólica (MASLD), la diferencia fue aún más significativa, superando los 14 años. Además, se descubrió que distintos subtipos de MASLD presentan patrones de envejecimiento específicos, un hallazgo que las pruebas clínicas convencionales suelen pasar por alto.
El reloj metabólico no solo estima la edad biológica, sino que también puede medir más de 25 parámetros clínicos estándar, como niveles de inflamación o función renal, a partir de una sola muestra de sangre. “Es notable cuánto de esta información ya está codificada dentro de un espectro de RMN sérico”, destaca Millet. Esta capacidad permite a los médicos obtener una visión completa del estado de salud de un paciente con una única prueba no invasiva, lo que representa un avance hacia la medicina de precisión.
Desarrollado en el marco de la red de investigación CIBERehd y los Planes Complementarios en Biotecnología Aplicada a la Salud, este proyecto de CIC bioGUNE busca transformar la atención médica. Con futuras validaciones clínicas, los investigadores esperan que esta herramienta se integre en los sistemas de salud, permitiendo no solo detectar enfermedades de manera temprana, sino también contribuir a que las personas vivan más tiempo y con una mejor calidad de vida.