Dos investigaciones destacan cómo los cambios hormonales en las mujeres deportistas afectan su salud y rendimiento. El primero, centrado en futbolistas profesionales, concluye que la menstruación no aumenta la frecuencia de lesiones, pero sí eleva su gravedad. El segundo, enfocado en atletas de resistencia en la etapa de menopausia, muestra que los síntomas de esta fase impactan negativamente en el entrenamiento y el desempeño.
El estudio sobre lesiones en el fútbol femenino, liderado por la doctora Eva Ferrer, especialista en medicina deportiva del Hospital Sant Joan de Déu y en salud femenina del Barça Innovation Hub de Barcelona, se publicó en la revista Frontiers in Sports and Active Living y fue reproducido por la agencia SINC. El equipo analizó datos de 33 futbolistas de élite de la Liga F durante cuatro temporadas (2019-2023), registrando más de 850 ciclos menstruales y 80 lesiones en extremidades inferiores.
Los resultados indican que la incidencia de lesiones durante los días de menstruación no difiere significativamente del resto del ciclo. Sin embargo, las lesiones ocurridas en esta fase son notablemente más graves: en promedio, las jugadoras estuvieron tres veces más días de baja (alrededor de 684 días perdidos por 1.000 horas de exposición frente a 206 en otras fases).
“Aunque no se lesionan más a menudo, las lesiones en menstruación requieren más tiempo de recuperación, probablemente por factores como la reducción de estrógenos, posible pérdida de hierro y mayor fatiga”, explicó Ferrer a la agencia SINC.
Estos hallazgos refuerzan la necesidad de integrar el seguimiento del ciclo menstrual en la prevención de lesiones. “No es necesario evitar el entrenamiento durante el periodo, pero sí adaptarlo”, subrayó la experta, quien recomienda modificaciones como calentamientos más largos o cargas de alta intensidad ajustadas.
Por otro lado, un estudio publicado en PLOS One, liderado por investigadores de la Universidad Old Dominion (Estados Unidos), encuestó a 187 mujeres deportistas de resistencia —corredoras, ciclistas, nadadoras y triatletas— de entre 40 y 60 años que entrenan al menos tres horas semanales. Cuatro de cada cinco participantes reportaron agotamiento físico y mental por síntomas de la menopausia, y un tercio percibió efectos negativos en su entrenamiento y rendimiento.
Los síntomas más perjudiciales fueron las molestias articulares y musculares (con el 97 % de las afectadas reportando impacto negativo), el aumento de peso, los problemas de sueño y el agotamiento. “La menopausia afecta al rendimiento deportivo de forma similar a la población general, incluso en mujeres muy activas”, señalan los autores.
Eva Ferrer, del Barça Innovation Hub, enfatiza que tanto el ciclo menstrual como la menopausia permiten ajustes personalizados en los entrenamientos. “Los cambios deben ser individuales, considerando la sintomatología, la tolerancia a la carga y la recuperación. Llevar un registro del ciclo y síntomas ayuda a optimizar la intensidad y las estrategias de recuperación”, afirmó.
