A los problemas ambientales y en la salud que ocasionan los microplásticos, se une ahora su posible efecto en el aumento de la resistencia a los antibióticos. Un equipo de la Universidad de Boston (EE UU) ha descubierto que estos residuos también favorecen el desarrollo de resistencia a los antimicrobianos, incluso sin la presencia de antibióticos. Los resultados del trabajo se han publicado en Applied and Environmental Microbiology, revista de la Sociedad Estadounidense de Microbiología. El informe también ha sido replicado por el portal SINC.“Abordar la contaminación plástica no es solo una cuestión ambiental, sino una prioridad de salud pública en la lucha contra las infecciones resistentes a los medicamentos”, afirma Neila Gross, autora principal del estudio y doctoranda en el laboratorio del profesor Muhammad Zaman en la universidad estadounidense.Con el aumento global del uso de plásticos, la contaminación por microplásticos se ha vuelto omnipresente, especialmente en aguas residuales, que actúan como un importante reservorio de estos materiales. Al mismo tiempo, la resistencia a los antimicrobianos está en ascenso en todo el mundo, con factores ambientales que juegan un papel clave. Los microplásticos son conocidos por albergar comunidades bacterianas en sus superficies, un fenómeno denominado ‘plastisfera’.En el nuevo estudio, los investigadores analizaron la resistencia bacteriana a niveles clínicamente relevantes y exploraron cómo las características de los microplásticos influyen en su desarrollo.Para ello, utilizaron distintos tipos de plásticos (poliestireno, empleado en materiales de embalaje; polietileno, presente en bolsas de plástico con cierre hermético; y polipropileno, utilizado en cajas, botellas y frascos) y diferentes tamaños (desde 0,5 milímetros hasta 10 micrómetros, comparable a la escala de una bacteria). Luego, incubaron estos materiales con la bacteria Escherichia coli durante 10 días y cada 2 días midieron la concentración mínima inhibitoria (MIC), que indica cuánta cantidad de antibiótico es necesaria para eliminar la infección. Analizaron la resistencia a cuatro antibióticos de uso frecuente: ampicilina, ciprofloxacino, doxiciclina y estreptomicina.Los resultados mostraron que los microplásticos, independientemente de su tamaño y concentración, favorecieron el desarrollo de resistencia a múltiples antibióticos en E. coli en un periodo de entre 5 y 10 días.El estudio demostró que los microplásticos pueden potenciar el desarrollo de resistencia sin necesidad de antibióticos. “Esto implica que los microplásticos aumentan significativamente el riesgo de que los antibióticos se vuelvan ineficaces contra diversas infecciones de gran impacto”, explica Gross.


Un estudio de la Universidad de Boston revela que los residuos plásticos pueden impulsar la resistencia a los antimicrobianos en E. coli sin necesidad de antibióticos. Este hallazgo subraya la importancia de abordar la contaminación plástica como una prioridad de salud pública, según los autores.