Nuestros mรณviles son una fuente inagotable de distraccionesย e interactuamos con ellos cada cuatro o seis minutos. A menudo, esto se debe tanto a la costumbre como a las notificaciones, lo que interrumpe el flujo de actividad laboral mientras intentamos ser productivos.
Un nuevo estudio publicado en Frontiers in Computer Science y reproducido en el portal SINCย ha investigado si colocar los smartphones fuera de nuestro alcance mientras estamos en el trabajo influรญa en el uso del dispositivo para actividades no laborales.ย
โApartar el smartphone puede no ser suficiente para reducir las interrupciones y la procrastinaciรณn, o para aumentar la concentraciรณnโ, seรฑala Maxi Heitmayer, investigador de la London School of Economicsย y รบnico autor del artรญculo. โEl problema no radica en el dispositivo en sรญ, sino en los hรกbitos y rutinas que hemos desarrollado con nuestros aparatosโ, agrega.
Segรบn detalla Heitmayer, โen el experimento observรฉ que las personas usaban menos el telรฉfono cuando estaba fuera de su alcance, pero dedicaban el mismo tiempo al trabajo o a entretenerse. Por otro lado, en el grupo que tuvo el mรณvil alejado el primer dรญa de participaciรณn se evidenciรณ un efecto de orden y mayor atenciรณn a sus actividadesโ.
NOTIFICACIONES
En el estudio se pidiรณ a 22 participantes que trabajaran durante dos dรญas en una habitaciรณn privada e insonorizada con los dispositivos que suelen llevar para trabajar, un portรกtil y un mรณvil como mรญnimo. No cambiaron la configuraciรณn de las notificaciones, y las que recibรญan no estaban controladas en modo alguno por el investigador.
El autor explorรณ dos configuraciones que solo se diferenciaban por la distancia entre el participante y su telรฉfono: en la primera, los mรณviles se colocaban en la mesa desde la que trabajaban los participantes; en la segunda, el telรฉfono se colocaba en otra mesa a 1,5 metros de distancia.
El acceso limitado a los smartphones redujo su uso, pero, en vez de distraerse menos, los participantes procrastinaron con sus portรกtiles. โEn todas las condiciones, los voluntarios no pasaron mรกs tiempo trabajando o entreteniรฉndose, sino que mantuvieron el mismo nivel de distracciรณnโ, comenta el investigador de la LSE.
โCuando el telรฉfono se aleja, la gente tiende a buscar entretenimiento o desconexiรณn en su ordenador, lo que no mejora la continuidad en el trabajoยป, resalta.
Elย estudio tambiรฉn mostrรณ que los smartphones son el dispositivo preferido para distraerse. โEs tu conexiรณn con los seres queridos y con el trabajo, tu sistema de navegaciรณn, despertador, reproductor de mรบsica y fuente de informaciรณn. Asรญ que la gente recurre a la herramienta que lo hace todoโ, dice Heitmayer.
โAdemรกs โagrega-, en el mรณvil tienes tus redes sociales con cosas que te interesan y entretienenโ. Aunque los ordenadores pueden cumplir las mismas funciones, son menos agradables tรกctilmente y no son tan manejables y portablesโ.
Segรบn Heitmayer, en su estudio quiere โdesplazar el discurso mรกs allรก de los debates centrados en los dispositivos. El smartphone en sรญ no es el problema. Es lo que hacemos con รฉl y en las aplicaciones que generan y refuerzan esos hรกbitosโ.
Heitmayer aboga por โenseรฑar a los niรฑos desde una edad temprana โalfabetizaciรณn de la atenciรณnโ. Deberรญamos ser conscientes de que โno se trata del dispositivo, que podemos recuperar el control de nuestros hรกbitos y que necesitamos mantener un debate honesto al respectoโ.
Tambiรฉn opina que es preciso buscar fรณrmulas para โproteger a los usuarios mรกs vulnerables, sobre todo a los mรกs jรณvenesโ. Por supuesto, โdesaprender esto serรก un trabajo duroโ, subraya.