Un estudio llevado a cabo por Mélissa Berthet y Simon Townsend, científicos de la Universidad de Zúrich (Suiza) y Martin Surbeck, investigador de la Universidad de Harvard (EE UU), que publica el portal SINC, ha analizado el código que utilizan estos primates para comunicarse y ha determinado que es más complejo de lo que se creía. De acuerdo al trabajo, se comunican de modo similar al de los humanos.
El lenguaje humano combina elementos y forma estructuras complejas. Este principio, conocido como composicionalidad, puede ser trivial o no trivial. En la trivial, cada palabra mantiene su significado independiente. La no trivial, que se pensaba que era exclusiva del lenguaje humano, implica una relación más compleja y matizada, en la que el significado no es simplemente una suma directa de palabras.
Si se comparan las formas de comunicación de ‘composicionalidad trivial’ de las aves y otros simios con la de los bonobos, en el primer grupo las ‘palabras’ mantienen su significado de forma independiente, mientras que los segundos lo hacen usándolas de manera conjunta y matizada.
“Para investigar si los bonobos poseen esta habilidad de componer significados, necesitábamos comprender claramente el sentido de sus vocalizaciones individuales. Posteriormente, analizamos si al combinar llamadas los bonobos creaban nuevos significados, de la misma forma que lo hacen los humanos con las palabras de las oraciones”, explica Berthet.
Finalmente, mediante el análisis de patrones de similitudes y diferencias, el equipo evaluó que las vocalizaciones de los bonobos se combinaban composicionalmente, es decir, de manera similar al lenguaje humano.
De esta forma, el equipo de científicos consiguió identificar varios patrones en las 700 grabaciones que realizaron. Para analizar las mediciones utilizaron la denominada semántica distributiva, es decir, un marco lingüístico que determina las similitudes entre palabras. Este principio de composición también se utilizada en los estudios sobre el lenguaje humano.
Posteriormente, descubrieron que los bonobos usan hasta cuatro tipos de estructuras complejas de comunicación, tres de las cuales son de composición no trivial, lo que sugiere que las personas y estos simios comparten un fuerte vínculo de similitud en el lenguaje.
PARA QUÉ SE COMUNICAN
El equipo de científicos desarrolló una especie de ‘diccionario’ de los sonidos que emiten y determinó que la mayoría de sus llamadas estaban relacionadas con la coordinación grupal.
Los bonobos viven en una sociedad de fisión-fusión. Es decir, mantienen una estructura social compleja que implica un elevado grado de coordinación. La necesidad de tomar conciencia de las actividades que realizan pudo haber impulsado la evolución de este sofisticado sistema de comunicación entre los bonobos.
En este sentido, la autora del estudio argumenta: “Sus llamadas ayudan a garantizar que los individuos permanezcan juntos en términos de ubicación espacial y también a sincronizar sus actividades. La necesidad de relacionarse en grupos dinámicos podría ser uno de los factores clave que llevaron al desarrollo de sus vocalizaciones composicionales”.
Los investigadores señalan que se sabe que los grandes simios nacen con la capacidad prácticamente innata de la comunicación vocal. Desde el nacimiento pueden producir llamadas, las cuales eventualmente emplearán con un significado propio.“En este momento, no comprendemos completamente cómo los bonobos desarrollan sus vocalizaciones o cómo transmiten su significado dentro de sus grupos. Lo que sí sabemos es que el aprendizaje asociativo probablemente desempeña un papel”, argumenta finalmente la investigadora.