Un reciente artículo publicado en JAMA Pediatrics por especialistas del Hospital Infantil Ann & Robert H. Lurie de Chicago revela que la salud mental de los padres durante el embarazo y el posparto tiene un impacto significativo en el desarrollo de los niños, especialmente en sus habilidades sociales, emocionales, cognitivas y del lenguaje. El estudio, acompañado de una revisión sistemática, subraya la importancia de atender el bienestar psicológico de ambos progenitores en esta etapa crucial.
UN PROBLEMA SUBESTIMADO
Craig Garfield, pediatra, autor principal del estudio y fundador del Programa de Innovaciones en Salud Familiar e Infantil (FCHIP) en Lurie Children’s, destaca que el nacimiento de un hijo puede ser una experiencia profundamente estresante. “En Estados Unidos, desde 2010 se evalúa sistemáticamente a las madres para detectar depresión posparto, pero debemos aplicar el mismo enfoque con los padres”, afirma el también profesor de la Universidad Northwestern.
Se estima que el 14% de los padres en EE.UU. sufren depresión perinatal, una prevalencia similar a la de las mujeres. Sin embargo, los hombres tienden a ocultar o minimizar sus síntomas, lo que podría subestimar la magnitud del problema. “Como profesionales de la salud, debemos replantearnos cómo nos relacionamos con los nuevos padres, involucrándolos desde el embarazo y normalizando emociones como la tristeza, el miedo o la ansiedad”, añade Garfield.
Desde Australia, la psicóloga Delyse Hutchinson, coautora del estudio e investigadora en la Universidad Deakin, enfatiza que “el malestar mental paterno es un factor potencialmente modificable del desarrollo infantil”. Según la revisión sistemática, reducir este malestar debería ser una prioridad en las intervenciones preventivas para apoyar la transición a la paternidad y promover la salud de las futuras generaciones.
El estudio también destaca que la implicación paterna influye en aspectos clave como la lactancia materna y el sueño seguro del bebé, lo que refuerza la necesidad de políticas que apoyen a los padres.
Para abordar estas necesidades, Garfield ha impulsado PRAMS for Dads, una herramienta pionera de salud pública que recopila datos sobre la salud mental y las experiencias de los padres. Iniciada en Georgia, esta plataforma estará operativa en ocho estados de EE UU antes de finales de 2025. “El objetivo es enfocar mejor los recursos estatales y promover hábitos saludables que beneficien a toda la familia”, explica Garfield.
Además, su equipo publica anualmente un informe sobre la figura paterna con motivo del Día del Padre en EE UU y mantiene un blog con reflexiones para fomentar una paternidad más consciente y saludable.
Los especialistas concluyen que normalizar las emociones de los padres, educarlos sobre las señales de alarma de la depresión y garantizar su participación activa desde el embarazo son pasos clave para mejorar la salud mental familiar y el desarrollo infantil.
