Hay emprendimientos que encarnan buenas ideas y hay otros que cambian el mundo. Convivimos habló con tres mujeres que construyeron su negocio de cero y están en diferentes etapas de la vida y de su marca. Son miembros de la Asociación de Moda Sostenible Argentina (AMSOAR) y fusionan moda, arte y sustentabilidad.
“Soy una persona a la que los ‘no’ la motivan”
Jésica Pullo, 38 años, hace prendas de diseño único con sachets recuperados. Biótico, su empresa, no emplea máquinas porque las confeccionan a mano adultos con discapacidad intelectual en talleres protegidos, a quienes capacita durante meses de manera gratuita mientras promueve su inclusión y empoderamiento.
Hace una década, la idea nació cuando Pullo hacía la tesis para la carrera de Diseño de Indumentaria en la UBA y trabajar con reciclados era una excentricidad. En esa época, venía desde su casa, paradójicamente situada frente a la feria La Salada, a trabajar en Parque Chas, y en el camino veía los basurales y humos tóxicos en la ribera del Riachuelo. Fue entonces, mientras leía a Naomi Klein y Gianni Vattimo, cuando comprendió el impacto de esta industria.
Esa crisis la llevó a dejar el trabajo y empezar por su cuenta como por una corazonada. Sin ayuda económica, se anotó en concursos. Participó en la primera edición del Premio del Museo de Arte Decorativo y perdió. Entre lágrimas, vio que ningún otro proyecto contemplaba lo social ni lo ambiental. No iba a ser fácil. “Pero soy una persona a la que los ‘no’ la motivan más”, asegura a Convivimos.
Para entonces, Pullo hacía vestidos para exposiciones en museos, algo difícil de capitalizar. Luego de su primer viaje a Europa, cuando una fotógrafa le recomendó hacer carteras, la marca despegó.
“Para mí era importante que fuera una empresa de triple impacto”, subraya y diferencia los ecoproductos de los que promueven la sustentabilidad: “La parte social en estos momentos es superimportante, porque una persona no se puede dar el lujo de ser vegetariana o de elegir un material eco-friendly si no tiene para darles de comer a sus hijos”, dice.
Pullo se reconoce como activista. Fue coordinadora de la filial argentina de Fashion Revolution, recibió el Sello Buen Diseño Argentino y ganó el Fashion Digital Made de la Fondazione Mondo Digitale, entre otras distinciones. Ahora busca más talleres protegidos mientras se adapta a una nueva etapa: la maternidad. “El verdadero techo de cristal”, según describe. Y sintetiza: “Tenemos el poder de apoyar la transformación o ponerle un freno”.
“La sostenibilidad es una escalera que subís escalón por escalón”
Podemos decir que este proyecto empezó en 2007, cuando la artista plástica Alejandra Gougy comenzó a usar textiles desechados. O quizás antes, cuando tomó conciencia del descarte mientras fabricaba 200.000 prendas de indumentaria corporativa al año. O incluso antes, cuando su abuela Sebastiana le enseñó a tejer y, en paralelo, el valor de reutilizar.
“Cosecha Vintage es, primero, un homenaje a mi familia, a mis raíces”, cuenta a Convivimos Gougy, de 9 de Julio, provincia de Buenos Aires. Con cuatro hermanos, acostumbrada a reciclar la ropa de la mayor, la crisis del 2001 la llevó a probar diferentes descartes hasta que se quedó con las medias de nylon como insumo, al que luego incorporó partes de electrodomésticos, cortinas y cables donados por empresas. En 2009 abrió un local en Recoleta. La gente lo confundía con una galería de arte dado que todas sus prendas eran blancas. Fue furor.
La artista expuso en Tokio, Chile, Paraguay, Miami, Chicago y más. En 2018 fundó AMSOAR, que hoy agrupa a más de 80 marcas. Participa habitualmente del Argentina Fashion Week y en 2024 llevó a diez diseñadores a la pasarela de Micsur Chile. “La sostenibilidad es una escalera que subís escalón por escalón. Es una filosofía de vida”, resume.
“Soy una emprendedora y creo que las crisis son oportunidades de nuevos negocios. Hoy la sustentabilidad es una oportunidad”, recalca, y asegura: “Yo no vendo más ropa. Yo transmito valores a través de mi marca y a través de la asociación, que es una continuidad de Cosecha”.
“Para mí, la sostenibilidad tiene que ver con el cuidado, y el cuidado tiene que ver con el amor. En el fondo, lo que le pasa a la naturaleza es la falta de amor de la gente. Tiene todo un sentido y es muy filosófico”, reflexiona.
“Todos deberían apuntar a un consumidor responsable”
Quién diría que se puede hacer ropa con la tela usada para elaborar quesos artesanales. A Marité Ferreyra, docente de Plástica, le pareció una buena idea cuando visitó la fábrica de su esposo, un productor tambero.
Ferreyra vive en Serrano, Córdoba. Tiene 49 años, es curiosa y siempre está atenta a nuevos materiales para trabajar en clase, buscando generar conciencia.
“Vengo de una familia de gente habilidosa con las manos: mi tía hace alta costura; mi abuela es tejedora de toda la vida. ‘Mamé’ tela desde chica”, confiesa a Convivimos. “Y un día en la fábrica veo un montón de tela suiza en el piso. Es como una rejilla color manteca con la trama muy pequeña, para alimentos, que se usa seis meses y se descarta”, agrega.
No dudó en llevársela a su casa, lavarla y hacer un vestido de playa: fue un éxito. Por insistencia de sus amigas siguió y en 2023, luego de asistir al Fashion Week de Córdoba, consiguió que la convocaran a participar. Desde entonces, vende ropa personalizada a pedido. No usa máquinas industriales e interviene las telas con ecoprint y hojas de su jardín, combinándolas con retazos de cortina o de tapicería y crochet. No compra materiales nuevos.
“Más allá de la tendencia, es un propósito, que todos deberían apuntar a un consumidor responsable y prestar atención a qué consumimos y para qué”, opina Ferreyra, quien este año participará en el Fashion Week de Madrid de la mano de AMSOAR. “Me encantaría que una persona de los medios tuviera mi vestido. Que escuche lo que tengo para contar y después no importa, que haga una bolsita si no le gusta”, bromea.
Otras iniciativas
Jujuy: Bonhomia (@bonhomiastore).
Tucumán: Alkimia Textil (@alkimiatextilancestral).
Santiago del Estero: Juana Vananna (@juana_vananna).
Misiones: Imix_Recycling (@imix_recycling).
Entre Ríos: Eli Denegri (@eli_denegri).
Lobos: Mirta Calandrelli (@essentia.calandrelli).
Tres Arroyos: Manuela Rodríguez (@hicusto.m).
Carmen de Patagones: Artelana Crochet (@artelanashome).
Mendoza: Haz y Envés (@hazenves_).
Neuquén: Cali Textil (@cali_vla).
Tierra del Fuego: Carla Andrea (@carlaandrea___).