back to top

EL SOL ES UN ALIADO PARA CURAR ENFERMEDADES

La luz solar podría ser más que un simple generador de vitamina D. Científicos descubren que modula el sistema inmunológico y reduce enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple.
La luz solar podría ser más que un simple generador de vitamina D. Científicos descubren que modula el sistema inmunológico y reduce enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple.

La ciencia moderna redescubre el potencial terapéutico del sol, pero también advierte sobre sus riesgos. 

Durante mucho tiempo, la luz solar fue sinónimo de vitamina D, un nutriente esencial para la salud ósea. En los años 80, los epidemiólogos Frank y Cedric Garland propusieron que la vitamina D, producida por la piel al exponerse al sol, podría explicar las menores tasas de cáncer de colon en regiones soleadas. Esto dio inicio a la «era de la vitamina D», con médicos recomendando suplementos para prevenir desde cáncer hasta enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, estudios recientes han enfriado este entusiasmo. Según un análisis de Scientific American, los suplementos de vitamina D son efectivos para corregir deficiencias graves, como el raquitismo en regiones con poca luz solar, pero no han demostrado ser la panacea contra el cáncer, la diabetes o problemas cardíacos. «Cualquier cosa que la luz solar esté haciendo para prevenir enfermedades, es mucho más complicado que solo producir vitamina D», concluye el artículo.

La ciencia está descubriendo que la luz solar tiene efectos protectores que no se limitan a la vitamina D. Estudios observacionales, como uno sobre personal de la Marina de EE. UU. citado por el Dr. Martin Moore-Ede en Psychology Today, muestran que las personas más expuestas al sol tienen tasas de mortalidad por cáncer de piel hasta tres veces menores de lo esperado, y un 44% menos de muertes por otros cánceres. Un estudio sueco encontró que mujeres con menor exposición solar duplicaban su riesgo de mortalidad en un seguimiento de 20 años, con un 130% más de riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares.

Sorprendentemente, incluso en casos de melanoma, quienes mantenían exposición solar moderada mostraban mejor supervivencia. En ratones, la exposición a rayos UV ha mejorado enfermedades autoinmunes sin alterar los niveles de vitamina D, según investigaciones citadas por la científica Robyn Lucas. Esto sugiere que el sol podría tener un efecto protector más amplio, posiblemente a través de la modulación del sistema inmunológico.

Uno de los hallazgos más intrigantes está relacionado con la esclerosis múltiple (EM), una enfermedad autoinmune cuya incidencia aumenta en regiones alejadas del ecuador. En Australia, por ejemplo, las tasas de EM son seis veces mayores en el sur que en el norte tropical. Estudios muestran que la exposición solar, especialmente en la infancia, reduce significativamente el riesgo de desarrollar EM. Niños que pasan más de una hora al día al aire libre tienen hasta cinco veces menos probabilidad de padecerla.

El caso de Kathy Reagan Young, diagnosticada con EM en 2008, ilustra este potencial. Tras iniciar fototerapia UV bajo supervisión médica, su fatiga desapareció y su puntuación de actividad de la enfermedad cayó a 1 de 10, permitiéndole recuperar una vida activa. Aunque anecdótico, su caso refleja una creciente evidencia: la luz UV puede calmar un sistema inmunológico descontrolado, un campo emergente conocido como fotoinmunología.

La fotoinmunología está revelando cómo la luz UV desencadena reacciones bioquímicas en la piel que generan endorfinas, serotonina, óxido nítrico y lípidos antiinflamatorios. El inmunólogo Scott Byrne ha identificado lípidos que frenan la proliferación descontrolada de células T, un proceso clave en enfermedades autoinmunes como la EM. Un ensayo clínico preliminar en Australia mostró que el 30% de pacientes con EM temprana tratados con fototerapia UV no desarrollaron la enfermedad, un resultado prometedor que requiere más investigación.

Estos descubrimientos no se limitan a la EM. Condiciones como la diabetes tipo 1, la artritis reumatoide y la enfermedad de Crohn, que también son más comunes en regiones con menos sol, podrían beneficiarse de esta nueva comprensión.

Más allá de la piel, la luz solar influye en los ritmos circadianos, regulando hormonas, el estado de ánimo y el metabolismo. La luz azul matinal, en particular, sincroniza el «reloj interno» del cuerpo, reduciendo el riesgo de enfermedades. No es necesario tomar el sol directamente: simplemente salir al aire libre por la mañana ya puede ofrecer beneficios significativos.

A pesar de estos hallazgos, el cáncer de piel sigue siendo una amenaza real. Las autoridades sanitarias advierten sobre los riesgos de la exposición excesiva, pero expertos como Prue Hart sugieren que demonizar el sol no es la solución. La clave está en el equilibrio: evitar quemaduras, limitar la exposición entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde en verano, y usar protector solar con factor 15 o superior.

NOTAS DESTACADAS:

“GENTE QUE NO”, MÚSICA ELECTRÓNICA Y ARTES VISUALES EN EL CENTRO CULTURAL DE LA UNC

Llega el nuevo ciclo “Gente que no”, en el Centro Cultural de la Universidad Nacional de Córdoba, con entrada libre y gratuita. Encuentro entre música electrónica y artes visuales en el que se ensayan diálogos con el patrimonio histórico, artístico, arquitectónico y cultural de Córdoba.

CERES, EL PLANETA ENANO QUE PUDO ALBERGAR VIDA MICROBIANA EN EL PASADO

Un estudio de la NASA sugiere que Ceres, el mayor objeto del cinturón de asteroides, tuvo agua líquida, energía y moléculas esenciales que podrían haber permitido vida microbiana hace millones de años.