Un equipo multicéntrico liderado por el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y el Institut de Recerca Sant Joan de Déu (IRSJD), ambos de Barcelona, ha identificado la célula exacta de la que surge el sarcoma de Ewing, uno de los tumores óseos y de partes blandas más agresivos que afectan principalmente a niños y adolescentes. Los resultados, publicados en la revista Nature Communications, suponen un avance clave para entender el origen de esta enfermedad rara y abrir la puerta a terapias más precisas y menos tóxicas.
El sarcoma de Ewing se distingue de la mayoría de los cánceres porque está causado por un único oncogén resultado de una translocación cromosómica que fusiona dos genes (generalmente EWSR1 y FLI1). Esta alteración aparece muy temprano, durante el desarrollo fetal, y confiere a la célula capacidades tumorales cuando se expresa en el tipo celular adecuado.
Hasta ahora se desconocía cuál era esa célula “correcta”. El nuevo trabajo demuestra que son las células madre mesenquimáticas embrionarias humanas, precursoras del tejido conectivo, músculo, hueso y vasos sanguíneos y linfáticos.
En colaboración con el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, los investigadores generaron y purificaron estas células mesenquimáticas embrionarias humanas y les introdujeron el oncogén de fusión característico del sarcoma de Ewing.
“En cultivo, estas células no muestran comportamiento tumoral”, explica la Dra. Inmaculada Hernández-Muñoz, investigadora del Grupo de Enfermedades Inflamatorias y Neoplásicas Dermatológicas del Hospital del Mar Research Institute y una de las líderes del estudio. “Sin embargo, cuando las implantamos en ratones, generan tumores idénticos al sarcoma de Ewing humano, con las mismas características histológicas, celulares y patrones de expresión génica que vemos en los pacientes”.
Este modelo animal reproduce por primera vez de forma fiel la enfermedad a partir de su célula de origen real, algo que no se había conseguido hasta la fecha.
Aunque la tasa de curación del sarcoma de Ewing se sitúa actualmente entre el 60 % y el 70 %, los protocolos de quimioterapia intensiva que se emplean provocan importantes secuelas a largo plazo en los niños y adolescentes que lo padecen: problemas cardíacos, infertilidad, segundos cánceres y alteraciones del crecimiento óseo, entre otros.
“Conocer exactamente la célula de origen nos permite pensar en estrategias terapéuticas mucho más dirigidas”, señala la Dra. Hernández-Muñoz. “El siguiente paso es entender qué factores adicionales hacen que una célula que, en principio, no tiene ninguna ventaja de crecimiento, de repente adquiera la capacidad de formar un tumor tan agresivo”.
