En un mundo donde las nuevas tecnologías son parte inseparable de la vida de niños y adolescentes, investigadores del CONICET, la Universidad Austral (UA) y la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) están desarrollando dos proyectos pioneros que combinan entretenimiento y educación para abordar problemáticas sociales graves como el grooming y el bullying. Estas iniciativas, enmarcadas en el enfoque de “Serious Games” o videojuegos serios, están al 50% de su desarrollo y buscan ser herramientas gratuitas para escuelas y familias, con el objetivo de sensibilizar, educar y transformar conductas desde edades tempranas.
El primer proyecto es un videojuego dirigido a niños de 9 a 11 años, en el tramo final de la primaria, para prevenir el grooming, un delito en el que adultos, generalmente a través de internet, buscan ganarse la confianza de menores para chantajearlos emocionalmente o abusar de ellos. Con una narrativa detectivesca, los jugadores, guiados por padres o educadores, investigan la desaparición de un niño, recolectando pistas digitales como mensajes, interacciones en redes sociales o búsquedas en internet. El objetivo es descubrir que el menor fue contactado por un adulto en línea y citado en un lugar físico.
“La idea es que los chicos, jugando como detectives, identifiquen los peligros del grooming y aprendan a evitarlos”, explica Santiago Resett, doctor en Psicología, investigador del CONICET y docente de la UADE y la UCA. El juego premia a los jugadores con puntos y consejos prácticos, como no hablar con desconocidos en internet, proteger datos personales o usar contraseñas seguras. Por ejemplo, al descifrar la contraseña de un locker, el juego ofrece recomendaciones sobre cómo crear claves seguras y no compartirlas.
Resett subraya la importancia de que los padres establezcan límites claros en el uso de internet. “Los chicos no deberían tener celulares con acceso irrestricto antes de los 13 años ni usar redes sociales antes de los 15. Sin reglas, están expuestos a riesgos como el grooming, el cyberbullying o la adicción a internet”, advierte. Según el investigador, el monitoreo parental y el uso de filtros son esenciales, junto con una coordinación entre familias y escuelas para proteger a los menores.
El segundo proyecto es una simulación virtual para adolescentes que los sitúa como espectadores de una situación de bullying escolar, con insultos, empujones y hostigamiento verbal. A través de un modelo de “elige tu propia aventura”, los jugadores deciden si sumarse a la agresión, ignorarla o buscar ayuda de un adulto, recibiendo consecuencias que van desde un reconocimiento positivo hasta un llamado de atención.
“Queremos trabajar el rol del espectador, que muchas veces avala el bullying al naturalizarlo o no intervenir”, explica Resett, quien colabora en este proyecto liderado por Juan Gill, director del Departamento de Diseño, Interacción, Innovación y Tecnología de la UADE. La simulación busca fomentar la empatía y el coraje para actuar o pedir ayuda, rompiendo mitos como el de no involucrar adultos en conflictos entre chicos.
Resett, autor del libro ¿Aulas peligrosas? Qué es el bullying, el cyberbullying y qué podemos hacer (Ediciones Logos), basado en más de una década de investigación con 6 mil niños y adolescentes argentinos, destaca los daños del bullying, como depresión, ansiedad, miedo a la escuela o incluso suicidio. Su trabajo propone intervenciones educativas basadas en evidencia para prevenir estas problemáticas.
Ambos proyectos, una vez finalizados, estarán disponibles gratuitamente para escuelas y familias, pero su uso debe ser acompañado por adultos. “No se trata de delegar la responsabilidad en los chicos, sino de guiarlos para que desarrollen competencias cognitivas y sociales”, señala Resett. Esto incluye campañas de concientización para padres y docentes, quienes deben establecer reglas claras sobre el uso de dispositivos y protocolos contra el bullying que incluyan a agresores y espectadores.
Del proyecto contra el grooming participan Lino Sapetti (programador de videojuegos), Pablo González Caino (UA) y Juan López (UADE). En la simulación contra el bullying colaboran Yamila Dib (artista visual), Facundo Colantonio (director de la Carrera de Diseño de Productos Interactivos y Realidad Virtual, UADE), Diego Calp (UADE) y Gonzalo Ulrich (programador).
Estos videojuegos serios no solo buscan prevenir el grooming y el bullying, sino también replantear la crianza en la era digital. “Muchos padres entregan celulares como ‘chupetes electrónicos’ sin monitoreo, exponiendo a los chicos a enormes riesgos desde una pantalla”, alerta Resett. 7
