La tuberculosis (TB), una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en el mundo. Según datos oficiales, cada día mueren unas 3.500 personas por esta patología y cerca de 30.000 se contagian, a pesar de ser una enfermedad prevenible y curable.
En Argentina, en 2024, se notificaron aproximadamente 16.600 casos, de los cuales el 84% afectó a personas en edad productiva (20 a 44 años). Uno de los mayores obstáculos para combatir la TB es el diagnóstico tardío: a nivel global, el 36% de los casos no se detectan, en parte debido a que los métodos tradicionales demoran de seis a ocho semanas y las tecnologías rápidas son costosas y difíciles de implementar.
En este contexto, un equipo liderado por la investigadora del CONICET Mariana Piuri ha desarrollado FluoTB, un kit diagnóstico innovador, rápido y económico que promete revolucionar la detección de la tuberculosis. Este avance le valió a Piuri la 2ª Mención del “Premio César Milstein 2025 a la Investigación en Biotecnología con impacto en la Salud”, otorgado por el CONICET y la Fundación Pablo Cassará.
“FluoTB permite obtener resultados en tres a cinco días, identificar resistencia a antibióticos como la rifampicina y monitorear la efectividad del tratamiento, algo clave para prevenir recaídas y la aparición de TB multirresistente”, explicó Piuri, directora del Laboratorio de Bacteriófagos y aplicaciones biotecnológicas en el IQUIBICEN (CONICET-UBA).
El kit FluoTB utiliza un bacteriófago, un virus que, al entrar en contacto con la bacteria de la TB en una muestra de esputo, genera una proteína fluorescente detectable mediante microscopía de fluorescencia. Este método, validado en más de 300 muestras clínicas del Hospital Muñiz, destaca por su alta sensibilidad y especificidad. Además, no requiere cultivos prolongados, lo que agiliza el diagnóstico y permite iniciar tratamientos de manera oportuna. “Nuestro objetivo es cubrir un vacío en los sistemas de salud, ofreciendo una herramienta accesible y fácil de implementar en centros con infraestructura básica”, señaló Piuri.
Otra ventaja de FluoTB es su capacidad para evaluar la respuesta al tratamiento, algo que otros métodos rápidos, como los test genotípicos o la baciloscopía, no permiten. Esto es crucial para detectar fallas terapéuticas y reducir el riesgo de resistencia bacteriana. A futuro, el equipo planea automatizar la detección con un microscopio de bajo costo y un programa de inteligencia artificial que cuantifique las bacterias fluorescentes, minimizando la subjetividad en la lectura de resultados.
El proyecto avanza ahora hacia su transferencia tecnológica a una startup liderada por el grupo de Piuri, en colaboración con una empresa argentina especializada en kits diagnósticos para enfermedades infecciosas. Una vez obtenida la aprobación regulatoria, FluoTB podría comercializarse en Argentina, donde se estima un mercado de 200.000 pruebas anuales, y en países de alta incidencia, donde la demanda supera los 30 millones de tests por año. Según Grand View Research, el mercado global de diagnóstico de TB, valuado en USD 2.280 millones en 2024, alcanzará los USD 3.180 millones en 2030.