Un estudio liderado por investigadores de NYU Langone Health (EE UU) ha identificado un grupo de células en los intestinos, denominadas células dendríticas tolerogénicas, que desempeñan un papel crucial en la prevención de alergias alimentarias y asma. Estas células reducen la respuesta inmune ante las proteínas de los alimentos, permitiendo que pasen por el cuerpo sin desencadenar reacciones adversas. Sin embargo, el estudio reveló que, en ratones con un mal funcionamiento de estas células, se desarrollaban alergias alimentarias y síntomas de asma.
El trabajo, publicado por el equipo liderado por Dan Littman, profesor de la Escuela de Medicina Grossman de la NYU, amplía hallazgos previos que ya habían demostrado que estas células controlan la tolerancia inmune a las bacterias intestinales, esenciales para la digestión y el funcionamiento de diversos sistemas del cuerpo. Ahora, los investigadores confirman que también regulan la tolerancia a los alimentos.
Las células dendríticas presentan fragmentos de material biológico, conocidos como antígenos, a las células T, un tipo de célula inmunitaria. En el caso de las células dendríticas tolerogénicas, este proceso convierte a las células T en regulatorias y antiinflamatorias, suprimiendo la inflamación en lugar de atacarla. Sin embargo, en ratones sin estas células, los investigadores observaron una disminución de células T regulatorias y un aumento de células T inflamatorias, lo que resultó en alergias e inflamación al exponerse a antígenos de alimentos o microbios.
ESPERANZA PARA TRATAR ALERGIAS
Un hallazgo prometedor del estudio es la identificación de equivalentes humanos de estas células dendríticas tolerogénicas en tejido intestinal y datos de secuenciación. Según Littman, estos descubrimientos podrían abrir la puerta a tratamientos innovadores para las alergias alimentarias. “Si logramos usar estas células para generar más células T regulatorias, podríamos suprimir respuestas alérgicas, por ejemplo, a los cacahuetes”, explica.
Los investigadores planean continuar explorando estas células para desarrollar terapias que equilibren el microbioma y fortalezcan la tolerancia inmune, ofreciendo nuevas esperanzas para millones de personas afectadas por alergias alimentarias.