Desde la cumbre de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en Emiratos Árabes Unidos – La última actualización de la Lista Roja de especies amenazadas de la UICN pone de manifiesto el acelerado declive de la biodiversidad global, con especial preocupación por el impacto del cambio climático en las focas del Ártico, el deterioro de las poblaciones de aves y la amenaza sobre los polinizadores europeos.
El ecólogo venezolano Jon Paul Rodríguez, presidente de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN y especialista en aves, explicó en entrevista exclusiva con el portal RFI las principales causas de esta crisis. “La causa de esta disminución está asociada principalmente con la pérdida de hielo en el Ártico debida al cambio climático, al calentamiento global. Estas focas utilizan estas grandes balsas de hielo flotante para criar a sus crías, para la muda de su piel, para descansar y los usan como barcos también para moverse en el Ártico y tener acceso a áreas de alimentación”, detalló Rodríguez.
La organización, que reúne a científicos de todo el mundo, también alerta sobre el declive de una buena parte de las 12.000 especies de aves que monitorea anualmente. Según los últimos datos, el 11% de las aves del planeta están amenazadas (en las categorías “vulnerable”, “en peligro” o “en peligro crítico”), mientras que el 61% de las poblaciones mundiales de aves se encuentran en declive. La principal causa es la pérdida de hábitat por la deforestación y la expansión agrícola.
“Centroamérica y África son de las dos regiones en las que ha ocurrido una mayor proporción de estas disminuciones”, precisó el experto venezolano.
Otro foco de preocupación es el estado de los polinizadores en Europa: cerca de 100 especies de abejas silvestres están amenazadas, lo que pone en riesgo servicios ecosistémicos esenciales para la agricultura y la seguridad alimentaria.
En medio de las malas noticias, la UICN destaca algunos casos esperanzadores. Gracias a políticas de conservación coordinadas en varios países, la población global de tortugas verdes –presentes en aguas tropicales de todos los océanos– ha aumentado un 28% desde la década de 1970.
“En las playas, las tortugas verdes son muy vulnerables al saqueo de los nidos (…) y mientras están nadando en alta mar son capturadas accidentalmente por las redes de pesca de los barcos rastreros”, explicó Rodríguez. La protección estricta de los sitios de nidificación y el uso obligatorio de redes de pesca con dispositivos de escape para tortugas han sido claves para revertir la tendencia.
SEIS NUEVAS EXTINCIONES OFICIALES
Este año, la UICN declaró oficialmente extintas a seis especies más, entre ellas la musaraña de la isla de Navidad, un caracol cono, el zarapito de pico fino (un ave migratoria costera vista por última vez en Marruecos en 1995) y tres pequeños mamíferos australianos.
“Muchas veces la gente me dice ‘¿qué importa que se extinga una especie?’ Y mi respuesta siempre es que hay que trazar la raya en algún momento. Creo que hemos causado la extinción de suficientes especies como para entender y para aceptar que tenemos que prevenir la extinción de más”, advirtió el científico venezolano.
La pérdida acelerada de biodiversidad es, junto al cambio climático y la contaminación, una de las tres grandes crisis ecológicas que enfrenta el planeta, según la UICN.
