El multimillonario Bill Gates, fundador de Microsoft y uno de los mayores inversores en tecnologías verdes, sorprendió al mundo con un mensaje optimista sobre el cambio climático. En un extenso ensayo publicado en su sitio web días antes de la cumbre COP30 en Brasil, Gates afirmó que el calentamiento global «no conducirá a la desaparición de la humanidad». En su lugar, argumentó que combatir la pobreza y las enfermedades es la clave para que la población sobreviva y prospere en un planeta más cálido.
Gates reconoció las «graves consecuencias» del cambio climático, pero insistió: «La gente podrá vivir y prosperar en la mayoría de los lugares de la Tierra en el futuro próximo». A través de su organización Breakthrough Energy, fundada en 2015 y con inversiones por unos 2.200 millones de dólares en innovaciones limpias, Gates ha sido un impulsor clave de soluciones tecnológicas contra las emisiones. Sin embargo, su texto marca un giro: el clima no es el fin del mundo.
En su misiva, Gates —quien dejó todos los puestos ejecutivos en Microsoft en 2008 para dedicarse a la filantropía— delineó tres principios clave:
- El cambio climático no acabará con la civilización.
- La temperatura global no es la mejor medida del progreso.
- La salud y la prosperidad son las defensas más sólidas contra la desestabilización climática.
Aunque el planeta está lejos de cumplir los objetivos del Acuerdo de París para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, Gates instó a reconocer los avances logrados. «Nuestro principal objetivo debería ser prevenir el sufrimiento, especialmente para quienes viven en las condiciones más difíciles en los países más pobres del mundo», escribió. Para él, garantizar que menos personas vivan en pobreza y con mala salud reduce la vulnerabilidad ante eventos extremos, como sequías o inundaciones.
Gates llamó a un «cambio estratégico» en la COP30: «Priorizar las cosas que tienen el mayor impacto en el bienestar humano». En su visión, la pobreza y las enfermedades siguen siendo los problemas más urgentes de la humanidad, por encima de métricas como los grados de calentamiento.
El ensayo ha generado polémica. Para muchos, representa un viraje inesperado de un billonario que ha invertido miles de millones en alertar sobre los peligros del calentamiento global. Científicos advierten que la crisis climática es una amenaza existencial que ya transforma la vida en todo el planeta.
Michael Mann, director del Penn Center for Science, Sustainability & the Media, declaró a CNN que el cambio climático es «la mayor amenaza para las naciones en desarrollo». Mann cuestionó el optimismo de Gates, argumentando que ignora cómo el calentamiento agrava desigualdades existentes.
Rachel Cleetus, de la Unión de Científicos Preocupados, fue más dura en una entrevista con la AFP: «El señor Gates ha establecido un marco erróneo que contrapone la mejora de la calidad de vida a los objetivos de temperatura y emisiones basados en la ciencia. De hecho, ambos están intrínsecamente conectados». Cleetus agregó que «el calentamiento global está socavando directamente la erradicación de la pobreza y los objetivos de desarrollo humano en todo el mundo».
Como ejemplo, citó el huracán Melissa, descrito como «una tormenta monstruosa» que ilustra «las consecuencias mortales y costosas del cambio climático para las naciones que ya enfrentan complejos desafíos humanitarios».
Críticos también señalan que el texto de Gates carece de sustancia y plantea una falsa elección entre acción climática y reducción del sufrimiento.
