Cuatro consejos para disfrutar de la vida y envejecer con inteligencia.
La duración de vida de los seres humanos está aumentando notablemente en el siglo XXI. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que en el año 2022 había alrededor de 3,5 millones de centenarios y 15 mil supercentenarios (más de 110 años). Para el 2050 habrá entre 8 y 10 millones de centenarios. Como decían Les Luthiers: “La única forma de vivir mucho es envejecer”.
Pero hay dos formas de envejecer: saludable o lamentablemente. La ciencia médica ha aportado conocimientos en los últimos años para que la vejez produzca el menor deterioro, tanto física como psíquicamente.
Aquí van los cuatro consejos más aceptados en la actualidad:
ACTIVIDAD FÍSICA
Necesaria toda la vida, pero imprescindible a partir de los 50 años o en su defecto a partir de leer estas líneas. Los huesos, la masa muscular y las articulaciones deben ser activadas todos los días, ya sea con ejercicios indicados por un kinesiólogo o un profesor de educación física, o al menos con caminatas, cuidados de huertas, baile, yoga, bicicleta u otras maneras de moverse. El sedentarismo, estimulado por las pantallas modernas y por el home office post COVID-19, nos lleva a estar sentados por horas sin interrupciones periódicas de movimiento, lo cual es increíblemente perjudicial para nuestra salud. La actividad física diaria y permanente da beneficios notables tanto corporales como anímicos. Ejercicios para mantener el equilibrio y tomar medidas drásticas y oportunas, especialmente en el baño y dormitorio, ayudan a evitar caídas que son tan frecuentes y lamentables en la tercera edad.
ALIMENTACIÓN
No menos del 50 por ciento deben ser vegetales crudos o cocidos, y hay que comer mínimo dos frutas por día. Los vegetales y las frutas proveen fibras no digeribles, pero alimentan la microbiota, antiguamente mal llamada “flora intestinal”, que se ha demostrado que cumple un papel muy importante en la salud humana. Las carnes, sin olvidar los pescados, son suficientes tres o cuatro veces por semana; los huevos, uno o dos diarios; y legumbres todos los días, alternando garbanzos, porotos, arvejas o lentejas. Evitar alimentos envasados y comida chatarra. En algunos casos, la sustitución de la leche de vaca por leche de almendras o coco es recomendable, aunque son más caras. Hay que tomar no menos de dos litros de agua por día, y bebidas alcohólicas moderada y ocasionalmente. No consumir bebidas gaseosas o saborizadas.
«La familia y los amigos son imprescindibles para mantener las ganas de vivir».
REPOSO
El sueño es más importante de lo que creíamos. Mientras dormimos, nuestro cerebro trabaja incansablemente. Ordena los conocimientos aprendidos durante el día, los codifica y almacena mientras crea nuevas relaciones interneuronales. Viene el sueño y empieza la magia. Dormir bien es imprescindible: no menos de siete a ocho horas por noche, más 20 a 40 minutos de una siesta breve altamente benéfica. Cuando el cuerpo duerme, el cerebro trabaja. Un buen reposo impacta sobre la salud física y psíquica.
ACTITUD MENTAL POSITIVA
Es fundamental para que la vejez sea saludable. La soledad es mala compañera. La familia y los amigos son vínculos imprescindibles para mantener las ganas de vivir. Participar de excursiones, peregrinaciones, comisiones de ayuda o cualquier otra actividad que permita compartir la vida con otros. Es necesario querer vivir prolongadamente para disfrutar de los últimos años. No hay que confundir problemas con inconvenientes. Problemas son las enfermedades terminales. En cambio, solo son inconvenientes molestos, pero no fatales, la mala memoria, los dolores articulares, la hipoacusia, los problemas de la vista, las dificultades para caminar, etc. La medicina moderna ayuda, pero nuestro estado anímico es fundamental. La familia, los amigos, la actividad física, las medidas contra la soledad, el pertenecer a un grupo, disfrutar de la naturaleza aun cuidando una plantita con flores sobre nuestro escritorio, la lectura, los juegos de mesa, los juegos mentales y hasta nuestras propias creencias en algo superior que algunos llamamos Dios, otros Energía, la Fuente o similares, promueven esperanza.
La felicidad se encuentra haciendo felices a los demás. Para algunos, la oración o la meditación son fundamentales. Todo ayuda a evitar el deterioro cognitivo.
Si vamos a vivir mucho, empecemos ya a envejecer con inteligencia: actividad física, comida saludable, sueño suficiente y, sobre todo, actitud mental positiva nos permitirán disfrutar muchos años.
*Dr. Guillermo J. Bustos. Profesor Emérito Facultad de Medicina, Universidad Católica de Córdoba. [email protected]