Todos creemos que todo el mundo está conectado. Pero no es tan así. Hay 1.800 millones de personas que no tienen acceso a Internet. Mientras que el número de los que cuentan con acceso en el mundo ha alcanzado en 2024 la cantidad de 5.500 millones de personas, un 68 % de la población global. La brecha digital persiste entre países de altos y bajos ingresos y entre hombres y mujeres, según un informe anual de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
El trabajo puntualiza que este año se conectaron 224 millones más, y que el aumento se mantiene al mismo ritmo que otros años: Sólo han pasado cinco años desde que en 2019 se calculara que por primera vez había más personas con acceso a internet que sin él. El ritmo es vertiginoso, pero insuficiente.
Sin embargo, al analizar geográficamente la cobertura hay aún una enorme brecha entre el acceso de la población a internet en los países de altos ingresos, donde este índice llega al 93 %, y en las economías de rentas bajas, donde sólo es del 27 %.
Europa se mantiene como la región más conectada (un 91 % de la población usa internet), seguida de América (87 %), mientras que en los países árabes se baja al 70 %, en Asia-Pacífico al 66 % y en África la tasa cae al 38 %, según el informe de 2024.
Existe también una brecha de género, aunque se reduce, en el acceso a internet, ya que mientras un 70 % de los hombres usan la red como promedio global, el porcentaje en mujeres baja al 65 %, lo que en cifras absolutas se traduce en 189 millones más de hombres que de mujeres.
Por otro lado, en entornos urbanos, internet se utiliza en el 83 % de los hogares, mientras que en los rurales la tasa está a punto de alcanzar el umbral del 50 % a nivel mundial y se sitúa en el 48 %.
De los 2.600 millones de personas que no están conectadas a la red en el planeta, 1.800 millones viven en esas zonas rurales, siempre según los datos de la UIT.
Otra brecha que se mantiene, pero cada vez más reducida es la de edad, ya que mientras un 79 % de personas de entre 15 y 24 años usan la red, el porcentaje en el resto de la población baja al 66 %.