Científicos del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y otras instituciones académicas, articulados a través de la Red de Seguridad alimentaria del CONICET, publicaron recientemente una evaluación sobre los riesgos de contraer triquinosis en Argentina a partir del consumo de carne y subproductos de cerdo, como embutidos y salazones. La información fue dada a conocer por el CONICET.
En las conclusiones fundamentales del estudio se destaca que, “en base a la evidencia, el modelo utilizado reveló que el riesgo de que una persona contraiga triquinosis asociado al consumo de carne, chacinados y salazones es significativamente mayor en productos provenientes de sistemas no controlados -aquellos que no cuentan con controles sanitarios- en comparación con aquellos de sistemas controlados; algo que, aunque ya se sabía, no estaba cuantificado”.
“Entre las variables que más impactaron en la probabilidad de enfermar por el consumo de cortes de carne de cerdo, la dosis consumida fue la más relevante, mientras que, en embutidos y salazones, el único factor que mostró relevancia sobre el riesgo de enfermar fue el tiempo de almacenamiento de estos productos”, señala Fernando Fariña, investigador del CONICET en la Unidad Ejecutora de Investigaciones en Producción Animal (INPA, CONICET-UBA) y uno de los coordinadores del grupo ad hoc de la RSA que llevó adelante la evaluación.
No obstante, el informe señala que la falta de suficiente información, especialmente en cuanto a la cantidad de sistemas no controlados de producción porcina, dificulta la posibilidad de realizar una evaluación integral del riesgo. “Sería necesario mejorar el sistema de documentación y relevamiento de información, así como fomentar la colaboración entre las diferentes instituciones involucradas. Esto permitirá contar con datos oficiales en tiempo real y tomar decisiones basadas en evidencia sólida”, explica Viviana Randazzo, profesora e investigadora en la Universidad Nacional del Sur (UNS) y también coordinadora del informe.
La triquinosis o trichinellosis es una enfermedad parasitaria producida por la ingestión de larvas de nematodes del género Trichinella, que puede afectar tanto a las personas como a diferentes animales domésticos y silvestres. Se trata de una zoonosis que se transmite a los seres humanos, de forma accidental, a través del consumo de carne o derivados cárnicos, crudos o mal cocidos, que contienen larvas musculares del género Trichinella.
“Si bien el parásito se encuentra ampliamente distribuido en animales de todo el mundo -con excepción del continente antártico-, Argentina tiene una gran cantidad de casos año a año en comparación con otros países”, resaltó Fariña.
De acuerdo con el informe, en la Argentina, la triquinosis es una enfermedad endémica de notificación obligatoria, transmitida principalmente por cerdos. Aunque hasta la década del 90 el número de casos anuales en humanos se mantenían entre 100 y 200, a partir de esa fecha experimentó un importante crecimiento que llevó a alcanzar la cifra de 5.217 personas afectadas entre 1990 y 1999. En 2023 se notificaron, en todo el país, 1103 casos en humanos; mientras que en 2020 se registraron, a nivel nacional, un total de 80 brotes en cerdos domésticos.
“En Argentina, la triquinosis es una de las enfermedades parasitarias de transmisión alimentaria que mayor impacto tienen en la salud pública. Si bien, Buenos Aires Córdoba y Santa Fe son las provincias más afectadas, en los últimos diez años hubo un aumento en la distribución de la zoonosis en todo el territorio nacional”, explica Randazzo.
Además de Signorini, investigador del CONICET en el Instituto de Investigación de la Cadena Láctea (IDICAL, CONICET-INTA) y los dos coordinadores, participaron del estudio: Mabel Ribicich y Mariana Pasqualetti, del INPA (CONICET-UBA); Cecilia Vila, becaria posdoctoral del CONICET en el Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral “Ricardo A. Margni” (IDEHU, CONICET-UBA); Melina Richardet , de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC); Eliana Riva, de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNCPBA); y Silvio Krivokapich (INEI -ANLIS “Dr Carlos Malbrán”).