La evolución de los relojes y pulseras smart. Más allá del control de la actividad física y la salud, en la actualidad hay modelos para cada necesidad.
Hace más de una década las pulseras y los relojes inteligentes surgieron apenas como un accesorio para el registro del entrenamiento y el ejercicio físico. Muy pronto se les agregó el monitoreo de diversas variables de la salud. Hoy sus funcionalidades se ampliaron, empezando por las de leer y contestar mensajes de texto o audio y acceder a Internet, de modo que los últimos smartbands y smartwatches tienden a parecerse cada vez más a un smartphone.
En la actualidad todos ellos ofrecen, a través de la conexión Bluetooth, acceso a muchas de las funciones y aplicaciones básicas instaladas en el celular, como WhatsApp, Google Maps, Spotify y todas las redes sociales. Para esto lo más recomendable es que el reloj y el celu utilicen el mismo sistema operativo, ya sea Android (Samsung, Xiaomi, Huawei y LG) o iOS (Apple). Pero también se puede optar por marcas algo menos conocidas, aunque de muy alta calidad, como Garmin, que funcionan indistintamente con ambos.
A su vez, varios relojes inteligentes de última generación, como Apple Watch Series 9, Huawei Watch 4 Pro y Samsung Galaxy Watch 6, incluyen un termómetro corporal y ambiental, así como innumerables prestaciones para el deporte extremo y turismo aventura. Por ejemplo, sensores de velocidad, altitud, profundidad, presión atmosférica y otras variables muy requeridas en la vida outdoor y los deportes extremos.
La última novedad, sin embargo, son los modelos más avanzados, como el Samsung Galaxy Watch 6 o el Xiaomi Watch 2, que permiten utilizar muchas de las funciones mencionadas arriba prescindiendo completamente del celular. Esto es posible gracias a sus poderosas memorias de hasta 32 gigabytes, con espacio para albergar un gran número de aplicaciones, y a sus amplias pantallas con 42 o 44 mm de diámetro de ancho aptas para rolear y utilizar las distintas apps en forma más cómoda y sin errar los comandos.
A su vez, para usuarios menos pretenciosos existe la opción de una pulsera inteligente para running y fitness. Las más recientes, como Xiaomi Smart Band 8, Fitbit Charge 6 o Samsung Galaxy Fit 2, pueden medir variables como las calorías quemadas o el tiempo de inactividad entre un entrenamiento y otro. También monitorean índices vinculados a la salud como las pulsaciones o el nivel de oxígeno en sangre, períodos menstruales y hasta la calidad del sueño, para lo cual solo hay que dejársela puesta al dormir. E incluso pueden adaptarse para que se pueda manejar con ellas un asistente domótico en casa.
TUNEO Y ACCESORIOS
Hay distintos accesorios con los cuales se puede tunear un smartwatch, ya sea para protegerlo de golpes o por estética. Por lo pronto, su correa puede variar de acuerdo con el uso que cada usuario le vaya a dar. Para la actividad física es recomendable que sea de silicona, material resistente al sudor, mientras que para un uso cotidiano puede ser de cuero o metal por motivos estéticos. También es útil usar una base de carga por inducción para evitar tener que cargarlo en la forma habitual, que consiste en quitarle la correa, ya que su pieza de encastre con la caja del reloj suele ser también el plug USB.