Llegó la primavera y la posibilidad de ver a las mariposas monarca revolotear y libar de las flores de la asclepia. Es la planta que tenés que tener si querés que tu jardín se llene de colores. Sus flores son particularmente atractivas porque le brindan una gran cantidad de néctar concentrado, a la vez que sus hojas sirven de alimento de las larvas.
La asclepia o bandera española (Asclepia curassavica) es una de las pocas especies que sirven de alimento tanto para las mariposas como para sus orugas.
Su estructura le da a la mariposa una plataforma estable donde posarse mientras se alimenta, ayudando a la recolección de néctar y la transferencia de polen. Esta “recompensa alimentaria” es clave en la atracción de las mariposas, que buscan fuentes ricas en energía para desarrollar sus actividades reproductivas y metabólicas.
La atracción de las mariposas hacia las asclepias puede atribuirse a una combinación de factores botánicos y ecológicos que facilitan la interacción entre estas plantas y los insectos polinizadores. Por un lado, las asclepias producen flores que son particularmente atractivas para estos insectos porque ofrecen una gran cantidad de néctar concentrado.
Estos compuestos proporcionan una defensa química adicional para las orugas, ya que las mariposas que se desarrollan en estas plantas adquieren una toxicidad que las protegen de los depredadores, lo que refuerza su atractivo como planta “hospedera”.
CICLO DE VIDA
La mariposa monarca hembra pone sus huevos por separado en la hoja de la planta y los pegan con una secreción que ella misma produce. Por lo general, pone entre 300 y 500 huevos en un período de dos a cinco semanas.
Después de unos días, los huevos eclosionan en larvas, también conocidas como orugas. Básicamente la oruga necesita crecer; por lo tanto, su actividad principal es alimentarse. Como solo se alimentan de estas plantas, es natural que la hembra haya resuelto poner los huevos en sus hojas.
Las orugas comen hasta llenarse durante unas dos semanas y luego desarrollan unas fundas protectoras para entrar en la etapa de pupa, también llamada «crisálida«. Una o dos semanas después, terminan su metamorfosis y emergen en su forma final, como mariposas adultas, negras y anaranjadas.
CULTIVAR Y PRESERVAR
Además de alegrar nuestro jardín con su belleza, la preservación y cultivo de asclepias es crucial para la conservación de mariposas como la monarca. Por el contrario, la degradación del hábitat y la pérdida de plantas hospederas han sido identificadas como factores limitantes en la población de mariposas.
Experiencias educativas en distintas escuelas del país rescatan la importancia de preservar y cultivar estas plantas hospederas para la conservación de las mariposas, y a su vez ofrecen a los alumnos la oportunidad de observar en vivo y en directo el desarrollo del ciclo completo de la mariposa en sus distintas etapas. Es el caso del proyecto Un mariposario para la sala que lleva adelante el Jardín de Infantes N°925 de Castelar (Morón), en la provincia de Buenos Aires, que busca generar conciencia ambiental en los chicos y que esta favorezca el cuidado de los ecosistemas locales.
ASCLEPIAS
Familia: Apocynaceae.
Origen: América tropical.
Nombre científico: Asclepias curassavica.
Nombres comunes: algodoncillo, venenillo, bandera española, flor de sangre, platanillo, hierba María, mata ganado, pelo de gato o burladora.
Características: subarbustos perennes con tallos grises pálidos. Tienen hojas opuestas, lanceoladas u oblongo-lanceoladas, y en las extremidades acuminadas o agudas. Las flores surgen en cimas terminales con 10 a 20 flores cada una. Las corolas pueden ser de color púrpura o rojo y los lóbulos de la corona amarillos o naranja por lo que también se la llama bandera española.
Característica principal: atrae la mariposa moncarca (Danaus plexippus) debido a que es una planta hospedera para esta mariposa.
Floración: casi todo el año.
Altura: De 30 a 100 cm de alto.
Luz: prefiere la semi sombra (si el lugar está muy expuesto al calor).
Temperatura: no resiste el frío, sólo aguanta heladas muy débiles e infrecuentes. Se recomienda protegerla.
Riego: moderado, aumentando la frecuencia y la cantidad durante los meses de verano.
Sustrato: fresco y bien drenado.
