De los grandes pasillos de tribunales de Argentina, 1985, donde interpreta a una de las jóvenes del equipo del fiscal Julio Strassera en el Juicio a las Juntas, Almudena González pasó a los amplios paisajes uruguayos en El viento que arrasa. “La historia proponía algo muy agreste y religioso que fue una de las cosas que me atrapó, por ser un universo muy distinto a mi realidad”, cuenta la actriz de 23 años nacida en Buenos Aires.
Asegura que la película es compleja y profunda: “Tuve el guion y lo quise leer varias veces, para ir entendiendo y entrando en las distintas capas, revisar escenas, ir de atrás para adelante”. El film está basado en la novela homónima de Selva Almada, la cual ya había leído, pues se declara una gran lectora, sobre todo de ficción. Allí, interpreta a la hija de un reverendo, con quien va por los pueblos misionando. Fue su primer protagónico y estuvo a la altura, destacándose con una actuación delicada y precisa.
Tras esta nueva experiencia en la pantalla grande, confiesa que quiere desarrollarse en este formato: “Me fascina, veo desde chica, aunque tampoco mi sueño era ser actriz de cine, un poco lo busqué y otro la vida me fue marcando. Sí es un lugar donde quiero estar, sé que tiene un montón de cosas para darme y yo a él. Además, hoy más que nunca hay que estar presente en la industria nacional y defenderla”.
- ¿Una película que recomiendes?
Holy Motors, de Leos Carax.
EL VIENTO QUE ARRASA
Leni acompaña a su padre, el reverendo Pearson, en su misión evangélica. El auto se rompe y debe detenerse en el taller mecánico del Gringo, un hombre en las antípodas de la fe que vive junto a Tapioca, un adolescente bajo su tutela. El reverendo se obsesiona con salvar el alma del joven, mientras que Leni ve en esa actitud ecos de su propia historia.
Dirección: Paula Hernández