Un equipo de investigadores de la Universidad de Ratisbona, en el sureste de Alemania llegó a la conclusión de que practicar actividad física por la mañana o por la noche reduce el riesgo de padecer cáncer de intenstino hasta en un 11 por ciento.
El estudio, publicado en la revista BMC Medicine y reproducido por DW, destaca los momentos específicos en los que la actividad física es «más beneficiosa” y señala que podría allanar el camino para estrategias específicas de prevención de este tipo de cáncer.
Resalta que el trabajo utilizó datos del Biobanco del Reino Unido para evaluar un total de 86.252 personas de entre 42 y 79 años. Todas estas personas portaron un acelerómetro en la muñeca que medía su actividad física. Con todo, se detectaron unos 529 casos de cáncer de intestino durante un período de seguimiento de más de cinco años.
Los investigadores, encabezados por el profesor Dr. Michael Leitzmann, jefe del departamento de epidemiología y medicina preventiva de Ratisbona, destacaron cuatro patrones de actividad: el primero, la actividad continua durante todo el día; el segundo, la actividad a última hora del día; el tercero, la actividad por la mañana y por la tarde, y el cuarto patrón, la actividad al mediodía y por la noche.
Mediante esta división por patrones, los expertos encontraron que dos picos diarios de actividad, alrededor de las 8 de la mañana y las 6 de la tarde, «estaban asociados con un riesgo reducido de cáncer colorrectal, más allá de los beneficios de la actividad física en general”.
Así, las personas activas tanto a primera como a última hora del día mostraron un riesgo un 11 por ciento menor de cáncer colorrectal, en comparación con el 6 por ciento de quienes realizaban actividad durante todo el día. Mientras, no hubo ningún cambio para quien practicaba deporte en las horas centrales del día y la noche. Los datos de quienes realizaban actividad solo a última hora del día no fueron concluyentes.
EL CÁNCER COLORECTAL
La Organización Mundial de la Salud (OMS) precisa que «el cáncer colorrectal es el tercer tipo de cáncer más frecuente en el mundo», representando aproximadamente el 10 por ciento de todos los casos de cáncer, siendo así la segunda causa de muertes relacionadas con esta enfermedad en el mundo.
Su afectación se localiza en el colon (intestino grueso) o en el recto y lo padecen, predominantemente, las personas mayores, de 50 años o más. Son varios los factores que contribuyen a su aparición, como una alta ingesta de carnes procesadas, un bajo consumo de frutas y verduras, el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.