Claves para elegir el césped apropiado para crear un buen jardín de acuerdo con el tipo o tamaño del terreno, y el presupuesto disponible. Las características y los pros y contras de cada método.
A la hora de empezar a armar un jardín o reconstruir el que ya se tiene, lo primero es evaluar los dos métodos básicos para llevarlo a cabo y así poder elegir el más adecuado a cada situación y presupuesto. Uno es el de colocar rollos de pasto (también llamados “tepes”); y el otro, el tradicional de plantar semillas. El primero es casi el “obligado” para un típico jardín urbano en el fondo de una casa y el segundo es el que se recomienda cuando el terreno tiene dimensiones generosas y con arboleda.
El método del césped en forma de tepes consiste en unas planchas de tierra compactada con pasto natural bien sujeto por sus raíces. Estas tienen 25 centímetros de ancho, 3 centímetros de espesor y dos metros de largo; vienen enrolladas y se colocan manualmente como si fuera una alfombra. Esto suele tomar un solo día de trabajo y se puede llevar a cabo en cualquier momento del año, con la ventaja adicional de que al cabo de una semana ya se puede disfrutar del jardín a pleno. En cuanto al costo, si bien este método es bastante más caro que el tradicional de semillas, si se comparan los precios por metro cuadrado, en un jardín urbano de dimensiones normales el gasto total no llega a ser escandaloso.
Por su parte, la gran ventaja del método tradicional (semillas) es que permite combinar una variedad casi infinita de pastos con distintas formas de hoja, texturas y tonalidades de verde, de modo que se pueden diferenciar sectores, delimitándolos mediante senderos o muretes (arriates). Su desventaja es que las semillas suelen tardar varias semanas en germinar y luego se debe esperar más de un mes antes de poder pisar el terreno, y a veces hasta un año para poder disfrutarlo en forma intensiva. Además, se recomienda plantar solo en algunos períodos bien acotados del otoño o la primavera, por ser las estaciones con clima más amigable y sin temperaturas extremas.
Para ambos métodos existe una gran variedad de tipos de pastos que se pueden utilizar, aunque obviamente esta es mucho mayor en el caso del tradicional. El césped más popular es la gramilla o grama fina, muy requerida por su resistencia a las pisadas, el calor y las sequías. En cambio, el césped tifway se destaca porque soporta el pleno sol, mientras que la grama bahiana y la zoysia pueden mantenerse bien a la sombra incluso si esta es permanente, por ejemplo debajo de árboles con copas frondosas.
Por lo pronto, el fin del verano y comienzo del otoño es una época ideal para elegir los pastos más adecuados y empezar a poner el terreno en condiciones.
LA PREPARACIÓN DEL SUELO
Estas son las tareas que es necesario realizar antes de plantar césped con cualquier método:
1. Remover la tierra hasta 15 a 20 cm de profundidad (humedecer antes para facilitar la tarea).
2. Quitar las malezas y raíces de otras plantas, piedras y cualquier objeto sólido.
3. Rociar con un herbicida el terreno ya removido.
4. Emparejar con un rastrillo el nivel del terreno para facilitar el drenaje del agua de riego.
5. Agregar una capa de arena para ayudar a un buen drenaje.
6. Agregar una capa de tierra fértil para que favorezca el crecimiento del césped.