El comienzo del clima agradable es el momento ideal para plantar las especies florales que adornarán el jardín durante los siguientes seis meses.
La primavera es la estación de las flores, pero no solo para disfrutarlas, sino también para decidirse a plantarlas en el jardín o en el balcón. Es muy apropiado hacerlo en estos meses, porque el clima agradable invita a arremangarse al aire libre. Y si además se plantan las flores adecuadas, estas crecerán y darán flores durante la primavera, todo el verano y buena parte del otoño: entre marzo o abril del año próximo.
Una de las más recomendadas para esta época es la petunia, una flor con textura aterciopelada y pétalos resistentes, prolijos y simétricos, de colores vivos, que además suelen presentar combinaciones de tonalidades que parecen casi “de diseño”. Su floración es abundante y duradera, aunque para eso se necesita regarla mucho y abonar la tierra cada 15 días. Como su hábitat es al sol, resulta ideal para balcones o macetas colgantes.
Otra elección posible es la viola tricolor, más conocida como “pensamiento”, una flor con abundantes pétalos rugosos y coloridos (en una gama muy amplia) que crece bien tanto a la sombra como al sol. Es una planta rústica que requiere muy pocos cuidados y resiste altas y bajas temperaturas.
También la caléndula, muy parecida a la clásica margarita, pero con pétalos amarillos, suele crecer sola en primavera sin ninguna ayuda externa. Es habitual que lo haga alrededor de las ya existentes, y es recomendable trasplantarlas apenas brotan para distribuirlas en otros sectores del jardín o en macetas, de modo que puedan crecer con más espacio propio. Eso sí: hay que tener cuidado de no cortar ni dañar sus raíces. No necesita abono, solo riego y sol, y tiene la virtud adicional de ser un eficaz repelente de insectos.
Igualmente apta para esta época del año es la flor Antirrhinum, llamada “conejito” porque tiene dos pétalos erguidos como las orejas largas de ese animalito. Se distingue por su gama muy variada de colores: rosa, blanco, amarillo, lila y rojo. Es una planta que permanece en flor toda la primavera, el verano y hasta mediados del otoño si recibe sol directo. Se la debe regar solo lo justo para que la tierra no se seque.
Aunque todas estas plantas son de crecimiento fácil –al menos en primavera–, siempre hay cuidados que se pueden tener en cuenta para ayudarlas. Por ejemplo, cortar las flores que se vayan secando para que no afecten a sus vecinas. Otra buena recomendación es recoger las semillas que aparecen en el suelo en la época de floración y guardarlas bien para volver a plantarlas al año siguiente.
HUERTA PRIMAVERAL
Además de para las flores, el comienzo de la primavera también es propicio para la siembra en las huertas urbanas debido a la abundancia de luz solar. En realidad, se trata de la época en que ya no existe el riesgo de heladas: fines de agosto en el norte del país, septiembre y octubre en el centro, y noviembre en la Patagonia. Entre las especies más fértiles para plantar en esta estación, según recomienda el INTA, se encuentran las llamadas “hortalizas de fruto”, como zapallos, zapallitos, pepinos, sandías, melones, pimientos y porotos. A su vez, es un buen momento para cultivar lechuga, papa, batata, remolacha y zanahoria.