Con una visita anual al médico clínico se pueden prevenir y solucionar numerosas patologías. Una especialista explica en qué consiste este chequeo.
El chequeo clínico anual preventivo sirve para detectar enfermedades en estadios precoces y su posibilidad de tratamiento en tiempo y forma. Muchas de las enfermedades que buscamos son asintomáticas en sus inicios y solo generan síntomas en etapas avanzadas”, explica la médica clínica Lorena Delisio, jefa de internación del Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT). Así, mediante el control anual, los médicos pueden detectar pacientes con patologías de salud frecuentes en la población adulta como la hipertensión arterial, la dislipemia (colesterol elevado), la diabetes, la enfermedad cardiovascular, la enfermedad cerebrovascular, el cáncer de mama, el cáncer de colon o el de pulmón, entre otras.
EXAMEN Y ESTUDIOS
Durante la visita presencial, el médico controla la presión, el peso y la talla. También realiza el examen físico general cardiovascular, abdominal y neurológico. Incluso la actitud postural es evaluada y se revisan la columna, las manos y las caderas para que en caso de haber un problema se pueda resolver. Delisio explica que en estos tiempos la utilización de dispositivos electrónicos es tan frecuente que suele afectar la postura con las consecuentes contracturas y molestias físicas.
Para detectar posibles enfermedades que no presentan síntomas, los clínicos se apoyan en los estudios de rutina. “En general siempre se pide un análisis de sangre (dependiendo de la edad, los factores de riesgo y los antecedentes familiares, el médico decide qué elementos evaluar), una radiografía de tórax y un electrocardiograma”, dice Delisio.
Según la edad y el tipo de actividad física que realice el paciente, se solicitan otros estudios, como puede ser la ergometría.
DERIVACIÓN
Además de los estudios y controles anuales de rutina, el médico clínico también indica a sus pacientes el control con el ginecólogo de cabecera (a las mujeres) para que, según la edad, se realicen papanicoláu, colposcopía, eco o mamografía, eco ginecológica transvaginal. También hará la correspondiente derivación con un urólogo en caso de problemas de próstata o de incontinencia; con el proctólogo para control de hemorroides, por ejemplo, y así con diferentes médicos especialistas que el paciente requiera. Que el médico clínico sea quien sugiera al profesional es una gran ventaja para los pacientes, porque conoce a los profesionales y puede recomendar uno a quien conozca y con quien pueda, llegado el caso, trabajar en equipo.
¿CUANDO IR AL CLÍNICO?
Entre los 16 y 18 años se recomienda elegir un médico clínico que sea quien controle la salud del paciente anualmente.
Aunque los individuos estén saludables, es necesario una vez al año hacer una consulta para control de rutina. Ante cualquier síntoma o dolor también es importante ir al médico. “El control de la persona asintomática permite tratamientos tempranos y oportunos de las enfermedades. La caída en estos controles por causa de la pandemia hace que hoy veamos pacientes con casi dos años de no asistir a sus controles, con consecuencias potencialmente graves”, concluye Delisio.