La crisis de la mediana edad, a Paula Rodríguez, se le juntó con la de sentido que atraviesa el periodismo, oficio que ejerce desde hace más de tres décadas. “Entré en cierta crisis con la profesión, necesitaba hacer otra cosa, trabajar en otro lenguaje”, cuenta sobre el impulso que tuvo al anotarse en el taller literario de Gabriela Cabezón Cámara.
Empezó a escribir una novela durante las clases de fútbol de su hijo. El buffet del club se convirtió en la oficina donde empezó a darle forma a Causas urgentes. “Mientras avanzaba en la historia, se fueron filtrando esas otras necesidades que tenía, hay cierta idea sobre el periodismo que me quería sacar de encima. Cómo se construye una verdad y cómo cada uno cree la que le conviene, de eso habla. Además, la ficción puede ser muy verdadera. Te permite decir cosas y reflexionar sobre algunos asuntos. No es una novela que se la pasa reflexionando, pero yo sí lo hice”, revela.
El libro se inscribe en el género policial, al que describe como predominantemente masculino. “Está bueno que haya varias mujeres haciendo novela negra. No estamos dentro de la expectativa del lector”.
Confiesa, por último, que su característica dentro de esta camada de escritoras es la predisposición a contar cosas terribles con humor.
- ¿Un libro que estés leyendo?
Nuestra parte de noche, de Mariana Enríquez.
- ¿Uno que recomiendes?
Las aventuras de la China Iron o La virgen cabeza, de Gabriela Cabezón Cámara. Es una escritora imperdible.
Causas urgentes
Una tragedia ferroviaria con más de 40 víctimas fatales. Un sospechoso de homicidio iba como pasajero, pero su cuerpo no aparece. La familia, la policía, los medios de comunicación, cada uno tiene sus especulaciones y certezas.
240 págs.
Sudamericana