La industria gráfica donde se imprime Convivimos fue fundada por un músico. La historia y la leyenda.
Fotos Patricio Pérez
Un botón blanco enciende la gigante rotativa Heidelberg M-600 y la edición de Convivimos se pone en marcha. El taller vibra al ritmo de la máquina, y el olor a tinta es una señal de pertenencia. Los 400 mil ejemplares que recorrerán la inmensa Argentina hasta llegar a los hogares de 400 mil familias serán alimentados con 80 mil kilos de papel y 1500 de tinta durante cinco días. Luego seguirán otros tres para encuadernarla. Recién ahí estará lista para viajar.
Aquí también se imprimen Hola, Selecciones Reader´s Digest y Elle. La mítica revista deportiva El Gráfico salió de este lugar. La colección de libros de Harry Potter u obras de Isabel Allende y Jorge Luis Borges cobraron vida en esta planta de Barracas, en la ciudad de Buenos Aires.
El fundador de la imprenta se llamaba Arcángel Maggio. Italiano y músico –tocaba el clarinete–, llegó al puerto de Buenos Aires el 29 de abril de 1928. Un año más tarde, puso a funcionar una pequeña imprenta en la habitación de la pensión que alquilaba. Desde entonces, no pararía de crecer, de generación en generación, a través de su hijo Pablo y su nieto Sebastián.
Su historia es parte de otra más grande aún. Hace 565 años, en 1455, los 180 ejemplares de la Biblia de Gutenberg darían nacimiento a la industria editorial moderna, que rápidamente transformaría la vida del mundo. La educación, el arte, las ideas, la fotografía, la información o la publicidad ganaron impulso y, con su difusión, acortaron las diferentes distancias que separaban a los seres humanos, construyendo nuevos universos individuales y colectivos. La memoria y los sueños de la humanidad descansan y corren, a la vez, sobre papel impreso. También muchas sensaciones y sentimientos, que despiertan la lectura y las creaciones.
La gráfica, por diferentes razones, tiene una particularidad respecto de otras industrias: ningún trabajo es exactamente igual a otro. Si bien los procesos tecnológicos han minimizado errores y diferencias, sigue existiendo un lugar para “el ojo” del maquinista de la M-600. Los tiempos cambian, pero la originalidad de su música sigue siendo la misma.
PATRICIO PÉREZ
Nació en 1978 en Buenos Aires. Estudió en la EDAF, Escuela de Artes Fotográficas de Avellaneda. Publicó en Convivimos, Editorial Acción, Ahora más, Presente, Apertura, Clase Ejecutiva, Information Technology, El Cronista Comercial y Runners, entre otros medios. Instagram: @patoperezphoto.