La castración a pesar de ser una práctica usual, cotidiana y recomendada por los especialistas, aún genera dudas en los dueños, quienes, muchas veces, deciden posponerla.
A partir de los seis meses es posible castrar tanto a perros como a gatos machos y hembras, intervención en la cual se retiran los órganos sexuales para impedir la capacidad reproductiva con el fin de que no puedan tener descendencia. Se evita, así, la sobrepoblación o el abandono, se previenen enfermedades y se promueve la salud y longevidad de las mascotas. Sin embargo, hay familias que eligen no hacerlo, muchas veces porque tienen animales de raza y optan por vender o regalar las crías. Pero están también quienes no toman una decisión inmediata al respecto, sencillamente porque no lo consideran algo prioritario o porque no desean ver sufrir a su mascota, desconociendo las consecuencias que esta elección conlleva.
Carolina de Sande, directora del programa Mascotas de la Ciudad, del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, detalla que, de acuerdo con la edad de castración, en las hembras se reduce la probabilidad de aparición de ciertos tumores hormonodependientes (como los mamarios) y se evitan el desarrollo de quistes ováricos, la pseudopreñez o la pseudolactancia, y problemas asociados al parto. A su vez, baja notablemente la aparición de enfermedades como infección uterina o de transmisión sexual. En los machos, además de combatirse la aparición de tumores hormonodependientes y de patologías prostáticas, con esta intervención se reduce el vagabundeo, la fuga, la agresión, las peleas, los maullidos nocturnos y el rociado de orina como marcaje territorial. De esta manera, se ve incrementada, en ambos sexos, la esperanza de vida. Por todo esto, la experta recomienda esta práctica.
“Como toda intervención quirúrgica, implica riesgos, asociados al proceso anestésico o a la manipulación quirúrgica, por lo que antes de la cirugía se debe llevar a cabo una evaluación clínica y análisis complementarios de la mascota (si así lo requiriera el veterinario) para determinar si se encuentra en condiciones de ser operada”, explica de Sande. En el caso de las hembras, la duración aproximada de la operación es de 20 a 45 minutos, y se recuperan rápidamente. Para los machos el procedimiento es de 15 a 25 minutos y poco invasivo. Incluso la sutura se realiza con puntos internos y con hilo absorbible, a fin de que no se los saquen con los dientes. El pelo rasurado durante la cirugía vuelve a crecer en aproximadamente tres meses.
Mascotas de la Ciudad, tanto como otros organismos públicos, brinda castraciones gratuitas a perros y gatos, a través de dos centros fijos veterinarios y ocho móviles quirúrgicos que recorren las 15 comunas de la ciudad. “También se realizan –cuenta la directora– operativos cerrados en nodos de abandono y reproducción para lograr el bienestar de los caninos y felinos, y contribuir con la convivencia armónica de las mascotas y sus tenedores en el espacio público”. En conclusión, la castración es un acto que hace a la tenencia responsable del animal y debería ser de las principales decisiones por tomar, tanto para brindarle una correcta salud como por una buena convivencia social.
Condiciones óptimas
Los animales deben concurrir a la castración con un mayor de 18 años responsable que pueda permanecer hasta que finalice, limpios y con 12 horas de ayuno sólido (u 8 en cachorros) y 3 de ayuno líquido. Los perros deben tener collar y correa, y bozal si son de gran tamaño o tienen problemas de comportamiento. A los gatos hay que llevarlos en un bolso transportador con adecuada ventilación, por su seguridad y para evitar incidentes. Además, se recomienda concurrir con una manta para abrigarlos luego de la cirugía y considerar que no podrán trasladarse por sus propios medios.