Una selección armónica con plantas cubritivas que se adaptan a las necesidades de cada balcón.
La tarea de elegir las plantas para un balcón depende de muchos factores. Si queremos que funcionen y que llenen de verde el espacio, se debe tener en cuenta la cantidad de sol que recibe el lugar, si está en sombra, si es ventoso o si no corre el aire. De todo eso dependerá la selección de especies.
LUMINOSIDAD
Es lo primero que hay que observar al elegir las plantas. Algunas necesitan luz directa del sol todo el día (al menos cuatro o cinco horas); otras solo precisan luz por la mañana o la tarde, porque si no, se queman sus hojas; y a otras no les hace bien la luz del sol. Esto significa que hay tres tipos de plantas según la luminosidad: pleno sol, media sombra y sombra. Para las tres opciones hay especies con flores, pero si el balcón tiene luz directa del sol, la oferta es más amplia. Mientras menos sol reciba el espacio, menos variedad de flores tendrá, pero habrá más opciones de plantas de sombra.
Las plantas de sombra generalmente provienen de climas tropicales y crecen debajo de otras más grandes que las reparan del sol. Si las ubicamos en el balcón, debemos procurarles condiciones similares a las de su ambiente natural. Su atractivo está dado por el tamaño de su follaje, las texturas, las estampas y la variedad de colores: rojos, amarillos, verdes y violetas. Esto no significa que las plantas de sombra no den flores, sino que a veces no son tan vistosas o coloridas como las plantas para pleno sol.
Si queremos un balcón cubierto, pero no tenemos mucho tiempo para cuidar las plantas, los cactus y las suculentas son ideales. “Hay que tener en cuenta que son plantas que se adaptan a cualquier ambiente, pero a la mayoría le gusta el sol y el calor. Aunque pueden estar sin sol, su desarrollo es mejor en su presencia. Otra ventaja es que requieren poco riego”, sostiene Herskovits, director del vivero Verde y Orgánico.
VIENTO Y RIEGO
El viento es un factor que estresa a las plantas y las hace perder las hojas. Pueden sobrevivir, pero deben adaptarse a ese nuevo ambiente. La recomendación en estos casos es colocar especies de porte mediano, con un tronco fuerte, y que la maceta sea baja y pesada (de barro o cemento) para que el viento no la voltee. “Lo ideal es armar una cortina con arbustos como la ligustrina, ubicándolos en la dirección de donde proviene el viento”, explica Herskovits.
El riego es también fundamental. Para hacerlo bien, se debe controlar el sustrato de la maceta dos o tres veces por semana. Si notamos que está húmedo, hay que esperar y no regar. Si la tierra está seca, debemos regar en forma abundante toda la superficie de la maceta, asegurándonos de que llegue a las raíces. Algunas veces, la superficie de la tierra se encuentra seca, pero unos centímetros más abajo, está húmeda. En ese caso hay que esperar para regar porque la planta se estresa con el exceso de agua. Esto se puede notar al observar las hojas. Si las que se encuentran en la base de la planta están marchitas, hay demasiada agua en la maceta.
ESPECIES RECOMENDADAS
• De sol. Enredaderas: jazmín, dipladenia, santa rita, parra virgen y enamorada del muro. Flores y arbustos: lavanda, gazania, geranios, laurentino, olea texana y abelia.
• De media sombra. Flores y arbustos: alegrías del hogar, clivias, prímulas, tradescantia, eugenia y buxus.
• De sombra. Costilla de Adán, Strelitzia nicolai, sansevieria, raphis, helechos, wembe, crotón, aglaonema.