El reencuentro entre Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale es siempre una posibilidad porque existe el gusto de compartir. “Como dúo ponemos nuestro trabajo al servicio de un tercero, que es la música que hacemos”, dice Baglietto, convencido de que el equilibrio de roles es el secreto de la fórmula. “Siempre hay que dejar madurar las cosas, masticarlas, porque, a lo mejor, en un momento se viven como tan naturales que ni siquiera te das cuenta de que son importantes”, reflexiona.
Juntos están recorriendo el país presentando Canciones inoxidables, elegidas entre las representantes populares del cancionero nacional. “Consideramos que las canciones inoxidables no fueron escritas para ningún tiempo. Creemos que, por su condición de obra perdurable, serán aprovechadas no solo por las generaciones presentes, sino por las venideras. Además de alguna característica poética o musical, poseen un altísimo porcentaje de emoción, por eso no pasan inadvertidas”.
Aunque en el escenario estén solos, el rosarino asegura que la propuesta musical no es sencilla. “En calidad de intérpretes, abordamos estos temas desde un lugar en el que sentimos que aportamos algo a la obra, que no es una repetición. Lo que hace Vitale no lo podría hacer cualquiera y es emocionante el resultado”.
- ¿Lo último que estuviste escuchando?
Las bandas de mis hijos: Huevo y Pum.
- ¿Música que recomiendes?
Me gusta mucho la música uruguaya: Jorge Drexler, Rubén Rada, No Te Va Gustar. Recomiendo escuchar variado, ayuda al entendimiento y a la amplitud.
Canciones inoxidables
Baglietto-Vitale ofrecen su versión de algunos tangos, como Naranjo en flor, canciones de la trova rosarina, entre ellas composiciones de Jorge Fandermole, y también del rock, como Para mil, de Ricardo Mollo. Sello de calidad de dos pesos pesados de la música nacional.
Ciclo 3