“Si tengo una cita y agarro la guitarra, seguro que llego tarde”, confiesa Luis Salinas. Desde niño ya tenía ese apego al instrumento, y su mamá debía advertirle que no pasara tantas horas practicando porque le iba a hacer mal a la columna. Sin embargo, lejos de cumplir con el pedido, sigue manteniendo ese imán con las seis cuerdas y podría pasar 24 horas tocando si así lo sintiera.
Su música parte de la sinceridad de permitirse lo que siente. Entonces, en la era de los singles, se animó a un disco quíntuple. Tanto en el estudio como en los escenarios, toca con su hijo Juan: “Es un regalo de Dios, lo vivo con una emoción permanente y un gran compromiso”, cuenta. Entre los consejos que le da, el más importante dice que es: “Siempre está primero la persona y luego lo que hagas profesionalmente”, la premisa que resume su filosofía: ser el mejor Salinas persona y el mejor Salinas músico. “Lo fundamental es no mentirse ni como persona ni como artista. La honestidad es importante, no me gusta la especulación y mucho menos en la música”, dice el guitarrista reconocido por su talento en el país y el mundo. Hasta el gran B.B. King reconoció esa cualidad en el argentino: “Cuando toqué con él, le dije ‘Mirá que no vengo del blues’. Y él me respondió: ‘No importa, me gusta tu sinceridad’”, recuerda.
Luis Salinas
El prestigioso guitarrista brindará un concierto eléctrico repasando temas de su último disco, El tren, y también los éxitos de toda su carrera.
7 de diciembre, a las 21:30, en Plataforma Lavardén, Mendoza 1085, Rosario.