La jerarquía de los vinos

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La jerarquía remite a una clasificación, y si bien sobre vinos hay varias –con y sin puntajes–, la más importante siempre es la de cada consumidor. Que sabe, pero la gran mayoría no sabe que sabe. Es decir, el gusto personal es incuestionable y
es el que termina definiendo la escala de preferencias de cada uno. El problema empieza cuando se quieren comparar las opiniones de unos con las de otros, porque ahí asoman diferencias que hacen tambalear cualquier “jerarquía”, salvo las avaladas por alguna clasificación reconocida.
Para ordenar los vinos hay muchas variables, pero la más representativa es la calidad (aunque hoy ya dejó de ser un valor agregado para pasar a ser una obligación de todo vino que sale al mercado). Y es cierto que la calidad tiene muchos niveles, que parten desde el viñedo y la bodega, y llegando hasta las góndolas, donde se ve reflejada en los precios. Esto implica que existe una jerarquía en cada segmento. Y si bien la mayoría toma por costumbre y solo puede adquirir los vinos más económicos –léase correctos y sin atributos–, los demás son muchos, así que existen bastantes vinos para elegir. Las costumbres de hoy en día poco permiten almorzar y cenar a diario con una botella de vino sobre la mesa, como se hacía antes. No obstante, muchos se dan el gusto de descorchar buenos vinos muy seguido. Claro que no necesitan que les digan qué vino les debe gustar más, pero una jerarquía o clasificación que funcione como guía puede ser de gran ayuda a la hora de elegir una etiqueta para lucirse en la mesa.

MINIGUÍA DE VINOS

LA CELIA RESERVA PINOT
GRIGIO 2023
LA CELIA, MENDOZA
VALLE DE UCO, LA CONSULTA
($6300)
PUNTOS: 89

La Celia es pionera en la elaboración de vinos en el Valle de Uco, de donde proviene este atractivo Pinot Grigio de la enóloga Andrea Ferreyra. Fresco y vivaz, con cuerpo y muy frutado, con notas de frutas tropicales para nada maduras. De paladar ágil y con su expresión resaltada por su acidez marcada.
Ideal para acompañar platos calientes de cuchara.

FIN DEL MUNDO RESERVA
MALBEC 2021
DEL FIN DEL MUNDO, NEUQUÉN,
SAN PATRICIO DEL CHAÑAR
($10.800)
PUNTOS: 89

El enólogo de la casa, Ricardo Galante, tiene claro el estilo de este Malbec patagónico, que combina carácter frutal con las notas de crianza. De aromas algo ahumados, con dejos de frutas rojas. Buen cuerpo y paladar franco, con dejos lácticos finales propios del paso por madera; fue criado en barricas de roble francés por 12 meses. Beber entre 2024 y 2026.

LA CONTIENDA CABERNET
FRANC 2022
CIMARRÓN WINES, MENDOZA,
VALLE DE UCO ($21.000)
PUNTOS: 89,5

Está claro que Lucca Stradella, el joven hacedor detrás de estos vinos, quiere crecer y apuesta por esta variedad que sigue de moda. Ha logrado un fiel exponente de El Peral, de aromas frescos y bien herbales, con dejos de torrefacción y madera nueva. Acá la crianza también aportó taninos que marcan el final de boca y dan persistencia. Beber entre 2024 y 2025.

 

TIPS

En invierno la mesa se vuelve más interesante, porque las comidas suelen ser más intensas y piden vinos a la altura. Claro que las rutinas semanales poco pueden cambiar, porque en las casas se mantiene la temperatura ambiente constante. Pero al salir, la oferta se vuelve más invernal. Y más allá de los productos de estación, los platos “de olla” recuperan la escena perdida a manos de las altas temperaturas. Son platos más contundentes y, por ende, atentan contra cualquier dieta, pero son de esos que les gustan a todos. Por ejemplo, el puchero, tan familiar como sabroso, pide un tinto fresco con texturas y sin tanto peso, como un Criolla. El locro, plato patrio por excelencia, acepta un Malbec joven o un Torrontés, sobre todo si tiene picante. Otros como la polenta, el guiso de lentejas, los callos a la madrileña, el goulash húngaro o el bœuf bourguignon francés van mejor con tintos más concentrados.